El informe sobre los precios del gasto de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) en EEUU revela un aumento mayor de lo esperado en abril de 2023, lo que tiene implicaciones significativas para la política monetaria. El PCE básico, que excluye alimentos y energía, experimentó un incremento del 0,4% respecto al mes anterior, superando las expectativas del mercado de un aumento del 0,3%. Además, la tasa anual de inflación, el indicador preferido por la Reserva Federal para medir la inflación se aceleró inesperadamente a un 4,7%, en comparación con las expectativas del mercado de un 4,6%. El PCE general también aumentó un 0,4% y registró un incremento del 4,4% en comparación con el mismo período del año anterior, superando la tasa del 4,2% de marzo.
Estos resultados refuerzan las apuestas de que la Reserva Federal mantendrá su postura agresiva en materia de política monetaria y continuará manteniendo las tasas de interés elevadas durante un período prolongado. Dado que el PCE básico es un indicador clave utilizado por la Reserva Federal para evaluar la inflación subyacente, el aumento en abril indica una presión inflacionaria más fuerte de lo anticipado. Esto implica que la Reserva Federal podría optar por mantener sus medidas restrictivas para evitar un aumento descontrolado de los precios y salvaguardar la estabilidad económica.
El informe también destaca que la inflación general, medida por el PCE general, también ha aumentado, respaldando la preocupación sobre el aumento generalizado de los precios. Con un incremento del 0,4% en abril y una tasa anual del 4,4%, se superan las cifras de marzo. Este aumento es una señal adicional de la presión inflacionaria en la economía y subraya la necesidad de una respuesta por parte de la Reserva Federal.