El PBI de EEUU creció 3,2% anualizado en el tercer trimestre, mejor que el 2,9% de la segunda estimación, y se recuperó de dos trimestres consecutivos de contracción. El gasto del consumidor aumentó más de lo previsto (2,3% frente a 1,7%), ya que el crecimiento de la atención médica y otros servicios compensó la disminución del gasto en bienes.
Además, la inversión no residencial saltó a un ritmo más rápido del 6,2% (frente al 5,1% de la segunda estimación), impulsada por los equipos y la propiedad intelectual. La mayor contribución positiva al crecimiento provino del comercio neto (2,86 pp vs 2,93 pp de la segunda estimación). Por el contrario, la inversión residencial se hundió más (-27,1% vs -26,8%).