La economía de EEUU ha mostrado signos de robustez al expandirse en un 4,9% anualizado durante el tercer trimestre de 2023. Este crecimiento, el más significativo desde el último trimestre de 2021, superó las expectativas del mercado, que anticipaban una expansión del 4,3%. Este repunte se compara favorablemente con el crecimiento del 2,1% registrado en el segundo trimestre del mismo año.
El gasto de los consumidores, que es un indicador clave de la salud económica, aumentó en un 4%, siendo esta la cifra más alta desde el cuarto trimestre de 2021. Este incremento estuvo liderado por sectores como vivienda, servicios públicos, atención médica, servicios financieros y seguros, y bienes no duraderos, destacando especialmente los medicamentos recetados y vehículos recreativos. En el ámbito del comercio exterior, las exportaciones experimentaron un notable crecimiento del 6,2%, revirtiendo la caída del 9,3% del trimestre anterior. Las importaciones también mostraron una tendencia positiva, con un aumento del 5,7%. Otro factor relevante fue el aporte de los inventarios privados al crecimiento, marcando la primera ganancia en tres trimestres.
La inversión en el sector residencial mostró signos de recuperación, aumentando un 3,9%, lo que representa el primer incremento en casi dos años. Por su parte, el gasto público creció a un ritmo más acelerado, registrando un 4,6%. Sin embargo, no todas las áreas mostraron un desempeño positivo. La inversión no residencial experimentó una contracción del -0,1%, siendo la primera vez en dos años. Esta disminución estuvo influenciada por una caída del 3,8% en equipamiento y una desaceleración en estructuras.
El fuerte crecimiento económico de EEUU en el tercer trimestre de 2023 refleja la resiliencia y adaptabilidad de su economía. Aunque la mayoría de los sectores mostraron un desempeño positivo, la contracción en la inversión no residencial es una señal de que aún existen desafíos a enfrentar. La expansión superando las expectativas del mercado sugiere que las políticas económicas y las medidas de estímulo pueden estar dando frutos. Sin embargo, es esencial monitorear de cerca las áreas que muestran signos de debilidad para garantizar una recuperación sostenida y equilibrada.