En marzo alcanzó su nivel más bajo en casi dos años. El índice de precios al consumidor se desaceleró por noveno mes consecutivo, con una tasa anual del 5%, por debajo de las previsiones del mercado y la más baja desde mayo de 2021. La desaceleración se debe principalmente a los precios más lentos de los alimentos y la energía, particularmente en los costos de la gasolina y el fuel oil.
Los precios de los vehículos usados también cayeron, mientras que la inflación de vivienda continuó subiendo. A pesar de la desaceleración, los precios siguen siendo altos y se espera que el IPC subyacente, que excluye alimentos y energía, siga aumentando. La desaceleración de la inflación en los EEUU es una buena noticia para los consumidores y puede reducir las presiones sobre la Reserva Federal para aumentar las tasas de interés.