El alza de los salarios en China y el estancamiento en Latinoamérica

A principios de marzo salió la noticia de que los salarios en China son ahora más altos en ese país que en Latinoamérica. Esto es un hecho extraordinario, considerando que China era uno de los países más pobres del mundo hasta hace 40 años, antes de que en 1979 empezara sus reformas económicas. Por ejemplo en 1978 el ingreso per cápita en China era de alrededor de 200 dólares, mientras que en muchos países de Latinoamérica era varias veces esa cifra.

De acuerdo a lo publicado en la Revista América Economía “El salario medio de los trabajadores del sector industrial en China ya sobrepasó el de países como Brasil y México y está aproximándose a la renta media de la fuerza laboral en Grecia y en Portugal, según un estudio de la consultora Euromonitor. Considerando a los trabajadores chinos en su conjunto, el salario por hora es superior al de todos los grandes países de América Latina, con excepción de Chile.

Con relación a los países menos desarrollados de la zona euro, el trabajador chino recibe 70% del salario promedio. El salario medio por hora en la industria china se triplicó entre el 2005 y el 2016, para alcanzar los 3.60 dólares, según Euromonitor. En el mismo periodo, el salario en el sector industrial de Brasil cayó de US$2,90 a US$2,70. En México, la caída fue de US$2,20 a US$2.10.

¿Cómo China ha logrado tener salarios más altos que Latinoamérica? La clave está en el modelo de desarrollo seguido en China, que explicaremos en las siguientes líneas.

China en 1979 empieza un proceso de reformas económicas que implicó, primero, la apertura de la economía al extranjero, para aprovechar el capital y tecnología del extranjero, que fue atraída a China para utilizar la abundante mano de obra barata que había en el país. Las empresas extranjeras se establecieron al comienzo en las zonas costeras del país, en zonas francas, que asociadas con empresas estatales (esto fue un requisito) producían para el exterior. China se convierte en una maquinaria exportadora, absorbiendo su abundante mano de obra barata, y al cabo de casi cuatro décadas de acelerado crecimiento económico (en promedio de 10% al año hasta el 2011) logra que los salarios crezcan. La mano de obra barata en China ya casi se acabó, tan es así que algunas empresas se han ido de China a países como Indonesia, Vietnam o la India, donde los salarios son más bajos. Al comienzo China uso la mano de obra barata que había en las ciudades, luego empezó la migración del campo a la ciudad. En los casi 40 años desde que China abre su economía al mundo a través de las reformas, se calcula que entre 400 a 500 millones de chinos se han mudado del campo a las ciudades, del interior del país a las zonas costeras.

Un segundo componente que ayudó a elevar los salarios y el ingreso per cápita en China es la reforma del campo. Hasta 1978 en China había las Comunas Populares donde los campesinos compartían un terreno en común, trabajaban en común y la producción se la dividían equitativamente entre ellos, y una parte se la compraba el Estado. Como se observa, no había incentivos para que los agricultores aumentaran su producción pues todo se repartía equitativamente; además que estaba prácticamente prohibida la propiedad privada. Con las reformas esto cambio, las Comunas Populares se desmantelan, a cada campesino se le dio un pedazo de tierra para que lo cultive por su cuenta, donde una parte de la producción se la seguía comprando el Estado pero el resto lo podía vender a quien quiera y donde quiera. Esto incentivó una mayor producción, pues el campesino sabía que, si producía más, una mayor parte iba a ser para el mismo.

El gobierno chino también ayudó a los campesinos elevando el precio de los productos que les compraba, proveyendo de mejor infraestructura de caminos para que saquen su producción a las ciudades y de fertilizantes y maquinaria para que eleven su productividad.

Con el aumento en la producción en el campo se liberó mano de obra campesina, que ganan poco, y muchos fueron a las ciudades a trabajar en las fábricas, elevando así sus ingresos.

China ha logrado sacar de la pobreza, se dice, en los casi 40 años de reformas económicas, a más de 800 millones de personas.

Latinoamérica no ha sido capaz de hacer lo que hacen los chinos pues le falta una política industrial y el gobierno no le ha prestado atención al desarrollo del campo. Además no ha sabido aprovechar, como los chinos, las oportunidades que brinda el comercio internacional, que los chinos si aprovecharon pues los productos que lograban producir, al comienzo usando capital y tecnología del extranjero, lo exportaban. De hecho, según la teoría del comercio internacional, gracias a justamente el comercio internacional, los salarios de los países pobres pueden converger con los de los países ricos, como está sucediendo en China, y antes ocurrió en Japón, Corea y varios países asiáticos.