En el 2017, se destruyeron 127 mil empleos formales, después de haber creado 261 mil en el 2016. Según la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), la caída del empleo formal se debe a nuestra mala regulación laboral y baja competitividad tributaria, además del excesivo burocratismo, cada siete minutos se diseña una nueva regulación, mientras que el 95% de las leyes no cuentan con un análisis costo-beneficio. El presidente del SNI, Andrés Von Wedemeyer, propuso darle mayor flexibilidad al mercado laboral, alinear nuestro régimen tributario con los estándares internacionales y realizar un análisis costo-beneficio de cada nueva Ley.