El Gobierno de Estados Unidos lanzó plan de ayuda valorizado en US$ 12.000 millones de dólares, cantidad que se asemeja al impacto causado, con la finalidad de compensar a los agricultores estadounidenses que están siendo perjudicados por los aranceles impuestos como represalia a los aranceles que impuso Trump. Se considera que esta solución será a corto plazo hasta que Trump evalúe trabajar en acuerdos comerciales que beneficie la agricultura estadounidense.
El plan de ayuda beneficiará a productores de soja, leche y carne de cerdo, quienes son los principales afectados por los gravámenes impuestos por China.