Los equipos negociadores de China y Estados Unidos pusieron fin a unas conversaciones comerciales en Pekín, las cuales se extendieron a un tercer día no programado. Si bien no se selló un acuerdo, la prolongación de las conversaciones hizo incrementar las esperanzas de evitar una guerra comercial que podría trastornar la economía global, haciendo que los mercados bursátiles de todo el mundo reaccionen positivamente.