GUERRA FRÍA Y SIGNOS DE RECESIÓN MUNDIAL

En las últimas semanas la economía mundial pareciera estar ingresando a una etapa de descenso en ‘montaña rusa’, por los efectos de una “Nueva Guerra Fría” plagada de sanciones cada vez más severas y extendidas, agudizada por la enorme tardanza de la FED en empezar a darle vuelta al pastel de una política monetaria extremadamente laxa. ¿Soportarán este shock los mercados financieros internacionales? ¿Qué plan de contingencia adoptará el Perú ante los riesgos y oportunidades de este nuevo escenario? Pregunta para un presidente, un premier, un gabinete de ministros y un congreso que, lamentablemente, brillan por su ausencia.

Mala suerte la de los peruanos que nos toque lo que podría considerarse el peor gobierno y congreso de la historia, justo cuando a diestra y siniestra empiezan a brotar síntomas de una recesión mundial y una nueva guerra fría más feroz que la de la postguerra.

El PBI de Estados Unidos ha pegado un sorpresivo retroceso de 1,4% en el primer trimestre de 2022, mientras el de la Unión Europea creció apenas 0,2% y el de China que apunta a crecer 4,5% en vez del 5,5% proyectado por Beijing para este año. Malas noticias para el Perú, pues (como lo anticipáramos el 07/03/2022[1]) el precio del cobre ya recibió el consiguiente remesón, cayendo al foso en el que estuvo tres meses atrás, con orientación a seguir perdiendo piso conforme se afirmen los signos recesivos.

Los precios de la plata, el oro y el estaño ya vienen siendo afectados por la fuerte revaluación del dólar ante la expectativa de subida de la tasa referencial de la FED en 50 puntos básicos la próxima semana y otros 50 puntos en mayo, apuntando a llevarla pronto a 2,5% (nivel neutral) si la presión inflacionaria cede. Si no cediera podría llegar a 3,5%.

Sin embargo, el oro podría volver a escalar hacia agosto, en un ambiente de creciente inflación salarial y síntomas de recesión en Estados Unidos, amortiguado por el alza de las tasas de interés, dado que éstas tienden a elevar el costo de oportunidad de mantener oro como activo frente a bonos del tesoro americano con una remuneración en alza.

Tras cuatro semanas a la baja, el martes el Nasdaq 100 cerró la sesión en mínimos del año, ante los magros resultados de las grandes empresas tecnológicas castigadas por el bloqueo de las cadenas de suministro vinculadas a los puertos de Shanghai, ciudad confinada debido al Covid. Golpe que se suma a los efectos contractivos sobre la demanda de suscripciones por parte de las familias americanas, ante el impacto contractivo de la inflación y el alza de las tasas de interés hipotecarias en su capacidad adquisitiva.

Por su parte, el miércoles el S&P 500 marcaba un nuevo piso, con perspectiva de seguir rompiendo pisos previos, tomando en cuenta el elevado nivel de volatilidad reinante y el alto precio de las acciones consideradas defensivas. A mayor miedo, la rentabilidad del bono del tesoro americano a 10 años fue escalando a un rango cercano al 3%, inédito desde noviembre de 2018.

Conforme se asienta un escenario de guerra larga en Ucrania, se ahondan las perspectivas de una ‘Nueva Guerra Fría’, tendiente a impulsar un rápido proceso de desglobalización, de drásticas repercusiones en el comercio y las inversiones internacionales.

El mundo se viene dividiendo entre países alineados a la esfera de Estados Unidos y la OTAN, países alineados a la esfera de China-Rusia y países no alineados. A diferencia de la primera ‘Guerra Fría’, en que muchos de los gobiernos no alineados eran dictaduras, en la ‘Nueva Guerra Fría’ la gran mayoría son gobiernos que transitan democracias arraigadas, aun cuando tengan orientaciones ideológicas diversas. Es así que en la última sesión del Consejo de Derechos Humanos de la Asamblea General de las Naciones Unidas, convocada para suspender a Rusia, tanto el Brasil de Bolsonaro como el México de López Obrador, confirmaron su no alineamiento absteniéndose.

En general América Latina, al igual que los países del Sudeste Asiático, tienden al no alineamiento. No obstante, destacan como excepciones Cuba, Venezuela y Nicaragua, que apoyan abiertamente a Rusia en su embestida militar contra Ucrania, a pesar de su costo humanitario devastador.[2]

Perú hasta el momento ha mantenido una posición diplomática autónoma, influida por la postura histórica no alineada de la diplomacia profesional incaica. Sin embargo, en la medida que el gobierno de Castillo está dando pasos agigantados para convertir al VRAEM en zona liberada a merced del narcotráfico, al disponer la eliminación de 40 bases militares contrasubversivas en dicha región, a la par que planea construir aeropuertos en puntos estratégicos de alta concentración de producción de coca y cocaína, no extrañaría que se produzca un mayor distanciamiento respecto a Estados Unidos y más adelante la Cancillería peruana termine en brazos del eje China-Rusia.

Además, el soporte de agentes cubanos y venezolanos al gobierno y al partido Perú Libre, en su movida proselitista y violentista en diversas zonas del país, así como los vínculos de negocios que presuntamente mantiene la familia del presidente Pedro Castillo con empresas chinas, configuran una contradicción con la postura no alineada que hasta hoy mantiene la Cancillería peruana.

Es una lástima, por cuanto ante las crecientes sanciones que recaen contra Rusia por su incursión bélica en Ucrania, el Perú podría convertirse en un proveedor alternativo muy atractivo de materias primas con alto valor agregado. Lo que podría atraer fuertes inversiones de Estados Unidos y Europa en energía, minería, metalurgia, petroquímicos, fertilizantes y metalmecánica. Sin embargo, esta posibilidad se aleja por el desgobierno, la ausencia de liderazgo, la creciente corrupción y la narcotización de las políticas públicas.

 

 

 


[1] “A diferencia del petróleo, el precio del cobre podría disminuir si se profundiza el impacto recesivo de la guerra en Ucrania, en un entorno de subida de las tasas de interés en las economías desarrolladas.” Jorge Chávez Álvarez, Rusia Tambalea la Economía Mundial. En Alerta Económica 07/03/2022. MAXIMIXE. Lima.

[2] Rusia concedió a Cuba préstamos por US$ 2.300 millones entre 2006 y 2019, para financiar inversiones en generación de energía, metales e infraestructura de transporte, según un comunicado de la Duma. El senador republicano Rick Scott señaló por Twitter: «El mismo día que Putin ordenó la invasión rusa a Ucrania, también pospuso el pago de US$2.3 mil millones de deuda del ilegítimo régimen comunista cubano.”