La incertidumbre sobre el abastecimiento oportuno de fertilizantes para la próxima campaña de siembra en Perú pone a los agricultores a escoger entre reducir las áreas de producción o mantenerlas y asumir el alto costo de la urea para luego trasladarlo al consumidor, pese a que el ingreso de los hogares no pasa por su mejor momento. Los importadores privados tratan de evitar que caiga el stock local de urea, nitrato y potasio, recurriendo a nuevos proveedores. Para la primera semana de mayo, se prevé el ingreso de 30.000 toneladas de fertilizantes desde Argelia, informó la Asociación Peruana de Molineros de Arroz; mientras que el gobierno reportó que otras 30.000 toneladas llegarían desde Indonesia. También se estaría negociando con países del Medio Oriente como Irak. El esfuerzo sería insuficiente para cubrir las 120.000 toneladas de fertilizantes que demanda mensualmente la agricultura peruana. Además, el insumo agrícola se vendería por encima de los S/200 el saco de 50 kilos. La tarifa se incrementó con fuerza tras la invasión a Ucrania por Rusia, el principal exportador de urea al mercado internacional.