El índice de actividad manufacturera de EE. UU. se contrajo en agosto, pasando de 51,2 en julio a 49,1, acumulando con ello cinco meses consecutivos de caídas. Esto se debe a la disminución de nuevos pedidos, menor producción y reducción de contrataciones, como consecuencia de la desaceleración global y la incertidumbre generada por la guerra comercial que ha afectado la confianza empresarial, según el Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM, por sus siglas en inglés).