La tasa de inflación anual en la Zona Euro se moderó hasta 5,5% en junio desde el 8,1% de mayo, ubicándose en el nivel más bajo desde enero de 2022. Esta desaceleración se explica principalmente por la caída de 5,6% en precios energéticos durante el sexto mes del año. Sin embargo, la inflación subyacente, que excluye energía y alimentos, repuntó a 5,5% desde 5,4% previo, manteniéndose cerca de máximos recientes.
Asimismo, la tasa de crecimiento anual de los precios de servicios se aceleró a 5,4% desde 5% en mayo, agregando presiones inflacionarias subyacentes en la Zona Euro. Esto refuerza la visión de que el Banco Central Europeo necesitará continuar subiendo las tasas de interés en los próximos meses para controlar las fuertes presiones sobre los precios.
Si bien la inflación general muestra cierta moderación, su componente subyacente y categorías como servicios exhiben persistencia en sus incrementos anuales por encima del objetivo del BCE. El repunte de la tasa subyacente demuestra que, más allá de la energía y alimentos, las presiones inflacionarias continúan latentes en la Zona Euro.