Los precios al consumidor de este bloque económico creció 0, 4% hasta julio, la subida anual más débil desde octubre de 2009, cuando cayeron 0, 1%, indicó Eurostat. En tanto, la inflación subyacente permaneció invariable en 0, 8% por segundo año consecutivo. La baja inflación es un tema preocupante para el BCE, debido a que puede conducir a la deflación.
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