Las regiones más afectadas por esta situación son La Libertad, Cajamarca y Áncash, que enfrentan la paralización de proyectos de infraestructura en sectores como salud, educación, transporte, saneamiento y otros. Las causas detrás de la paralización de estas obras incluyen problemas de financiamiento, falta de coordinación entre entidades gubernamentales y conflictos sociales, entre otros factores. La paralización de obras públicas en estas regiones puede tener un impacto negativo en la economía local y nacional.
Estos proyectos son cruciales para mejorar la calidad de vida de la población, generar empleo y promover el desarrollo sostenible. La reactivación de las obras paralizadas debe ser una prioridad para las autoridades, ya que su conclusión podría impulsar el crecimiento económico, mejorar la competitividad del país y reducir las desigualdades regionales. Para lograrlo, es necesario abordar las causas subyacentes de la paralización y establecer mecanismos de coordinación más efectivos entre los diferentes niveles de gobierno y actores involucrados.