Investigación en la pesca

La gestión de los recursos pesqueros tiene que hacerse sobre la base de información técnica y científica adecuada. Promocionar el consumo de productos pesqueros es beneficioso dentro del concepto de seguridad alimentaria; pero estimular o incentivar la actividad extractiva sin saber certeramente si el ecosistema marino de Humboldt y los ríos, lagos y lagunas peruanas admiten mayor esfuerzo pesquero, se convierte en una promoción irresponsable.

No solamente para ejecutar programas de incentivos es preciso conocer los límites sanos de extracción de los hábitats de los recursos pesqueros, sino también para efectos de su regulación. La fijación de cuotas o límites a la extracción de todos los recursos, así como su administración,  necesita investigación adecuada y que sea pública.

En este sentido la información científica disponible por la comunidad pesquera peruana ¿es suficiente? La data actualmente existente y proporcionada por el ente científico ¿permite realmente regular la extracción debidamente?

El establecimiento de cuotas individuales de pesca para la anchoveta y la merluza fue facilitado debido a que ambos recursos habían sido exhaustivamente estudiados por años y se tenía abundante información sobre los mismos, así como una data precisa sobre el tamaño de la flota pesquera dedicada a su extracción.

Algo similar podría decirse del jurel y caballa; pero ¿es la misma situación con los demás recursos donde la dimensión de la flota no es muy precisa y además existe un alto componente de informalidad?

El discurso político no es suficiente. Para ir hacia la sostenibilidad se necesita información científica sólida, no solamente de la anchoveta, sino de todos los recursos. Para obtenerla es necesario hacer investigación.

No se puede gobernar, administrar ni ordenar lo que no se conoce. Mientras no conozcamos a profundidad nuestros recursos pesqueros, sus biomasas, los límites máximos de extracción de cada recurso, y sus períodos de desove para fijar vedas, el ordenamiento seguirá siendo un componente más de declaraciones líricas en los discursos políticos.

Un país sin visión del largo plazo, sin objetivos que se respeten de un gobierno al siguiente, solo creará agendas de corto plazo sin garantía alguna de continuidad ni éxito. Pensar en la conveniencia del momento, relegando la necesidad e importancia del planeamiento integral y de largo plazo es lo que está dañando a la República y a su pesquería desde hace mucho tiempo.