¿Qué es lo que anima a los gobiernos que venimos teniendo a sentir tanto desinterés por la pesca en el Perú?
La evidencia se ve en la designación de los titulares de pliego y diversos funcionarios que constituye no solo una muestra de desprecio y una ofensa a los peruanos que se ven obligados, por el sistema, a reconocer como autoridad a personajes que por su propia formación y orientación carecen del apropiado criterio o conocimiento de lo que es la pesca peruana, de sus problemas y de lo que necesita.
El Instituto del Mar continúa en situación ilegítima, siendo incomprensible como no han podido promulgar un nuevo ROF para el IMARPE, cambiar su estructura y contratar un presidente de acuerdo al mandato del DU 015-2020. Y todo sigue igual, nada pasa y nadie dice nada.
El sector tiene responsabilidad sobre recursos vivos que podrían sufrir consecuencias negativas derivadas de la ausencia de rumbo y de calidad para regular y administrar la pesquería. La administración y regulación de la pesquería descansa en la existencia de recursos hidrobiológicos. Si estas especies se extinguen, no habría nada que regular ni administrar.
Lo más preocupante es que la ignorancia de que asegurar la sostenibilidad en lo primordial y no la satisfacción de intereses, se acepte con sumisión, docilidad y complacencia por el país. El sistema nos obliga a cumplir la ley y lo que mandan las autoridades; pero entonces, ¿por qué no se cumple hasta ahora la reestructuración del IMARPE? Los que quieren obedecen la ley y quienes la hacen cumplir, deben ser obedecidos, aun cuando ellos mismos no la cumplan. La obediencia se impone por la fuerza; pero el respeto…es algo que debe ser ganado. ¿Qué se siente ser obedecido mas no respetado?
La designación de la alta dirección, así como de los funcionarios del Ministerio de la Producción y sus Organismos Descentralizados, a personajes totalmente ajenos al sector, sin conocimiento ni experiencia en la pesca es un hecho negativo. Hecho que se vuelve más grave y pernicioso si se suma a esas características una escasa o nula vocación de servicio al país y la existencia de objetivos personales que defienden intereses propios, o de parte, e imponen una agenda propia alejada de las necesidades del sector.
Los lobbies e intereses de parte existieron siempre; pero hubo un tiempo en que eran manejados por gente con experiencia y conocimiento y con cierto grado de continuidad en las políticas que, por otro lado, eran relativamente coherentes y técnicas. El impacto que se causaba al sector era relativamente menor. Todo ello cambió cuando se convierte a las instituciones en agencias que otorgan empleo para pagar favores políticos o para defender intereses y empezaron a designar a personas totalmente ajenas al sector, por lo que empieza a perderse la continuidad administrativa.
Los Titulares de Pliego, que ya van 29 desde 2002, o sea casi uno y medio por año, y en lo que va del actual gobierno ya van 6, tienen más perfil para el Despacho de Industria y Pymes que para Pesca, o para ninguno y no duran lo suficiente como para evaluar y darse cuenta de la calidad de su ejecución presupuestal y de su accionar, ni tienen tiempo para identificarse con Planes Operativos y Estratégicos ya formulados y con presupuesto.
De igual manera van 19 viceministros de pesca, casi uno por año. Ambos pasan la mayor parte de su tiempo tomando conocimiento del sector, en interminables reuniones con los administrados, y haciendo ofertas que, finalmente no alcanzan a cumplir porque no duran lo suficiente en el cargo. Además porque entre la oferta política y lo posible de ejecutarse dentro de las normas de administración del Estado, hay un abismo que no se puede superar, más aún con un alto índice de rotación de funcionarios.
Si bien es cierto el promedio de viceministros es menor que el de los ministros, no se aprecia que su nivel de experiencia o de capacidad de manejo haya sido el adecuado para servir a un Ministro con o sin agenda política. La mayoría de los ministros y viceministros asumieron el cargo sin agenda, sin visión de futuro para la pesca, sin conocimiento y sin compromiso por hacer algo de fondo para el sector.
Son pocos aquellos que se comprometieron con el sector y aportaron algo a su desarrollo y progreso. La pesquería necesita de funcionarios con alma y con compromiso, no sujetos que lleguen a aprender. El sector pesquero y su ministerio no son una escuelita ni una agencia de empleos.
Exceptuando la gestión de Alfonso Miranda, el viceministro de mayor duración en el tiempo que se ha tenido, con experiencia en el sector y que realizó importantes aportes para la promoción del consumo de anchoveta y otros temas, los demás o tuvieron poco tiempo para diseñar algo importante, o carecieron de la fuerza y/o capacidad necesarias para hacer algo trascendente, o simplemente carecieron de una propuesta.
Otros, que pudieron haber realizado reformas importantes en base a su experiencia y cualidades personales, fueron sometidos por una gestión autocrática, o por la imposibilidad de realizar una labor eficaz por falta de condiciones apropiadas.
La designación de funcionarios de confianza de la administración para cargos de dirección, se deslegitima cuando el mismo no es un experto en pesca ni conoce lo mínimo imprescindible para asegurar un buen desempeño. Esto ha devenido en una constante que daña a la pesquería.
La verdad es que cada gestión diseña su propia agenda, con mayor o menor conocimiento y con intereses políticos y/o personales básicamente, la cual dura apenas el período de su gestión. Ni siquiera dura el gobierno completo.
La consecuencia es que desde 2002 al 2023, los problemas de fondo de la pesca siguen siendo los mismos, en especial los de la pesca artesanal. No se ha diseñado una política de largo plazo ni se han enfrentado los temas con eficacia.
El futuro se proyecta en forma similar, con más de lo mismo. Nada permite asegurar que las próximas gestiones serán conducidas por personas adecuadas, que se elaborará una Política de Estado con visión de largo plazo, que será respetada por los sucesivos gobiernos y que los siguientes Titulares del Pliego actuarán con desprendimiento personal, con tecnicismo, escuchando a quienes algo tienen que aportar, sin soberbia ni arrogancia.
No mejorará la gestión pesquera mientras los funcionarios sigan trabajando sin compromiso, intelectualmente castrados por el temor a perder el empleo, o subordinados a la autocracia de la autoridad de turno.
Muy pocos titulares del pliego de Producción pasaron y/o pasarán a la historia como responsables de algún hecho o norma realmente trascendente como para que sean dignos de ser recordados, para bien o para mal. La mayor parte, en corto tiempo, habrán sido olvidados como cualquier personaje que atraviesa por un período de la historia sin haber dejado huella significativa, o lo que es peor, ninguna huella, ningún recuerdo. Se van sin pena ni gloria, dejando a la pesca igual como la encontraron, condenados al olvido de la gente a la que pudieron servir y no lo hicieron.
Hemos cambiado nuestra forma de gobierno, sin siquiera darnos cuenta: hemos instaurado una “Kakistocracia”.
¿Puede el país, en especial la comunidad pesquera, seguir asistiendo impasible y muda a este triste espectáculo que viene consumiendo a la pesca peruana y poniendo en riesgo su sostenibilidad?
EL CASO DEL EX CEP PAITA
Cuando mediante Decreto Supremo Nª 009-2007-PRODUCE del 2 de abril del 2007 se aprobó la fusión del Centro de Entrenamiento Pesquero de Paita (CEP- Paita) con el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero bajo la modalidad de fusión por absorción, se cometió uno de los mayores errores en la gestión de la pesquería peruana.
En el caso de la fusión del ex CEP Paita con FONDEPES, por no haberse aprobado oportunamente los documentos de gestión, se fue prorrogando el plazo de culminación del proceso de fusión hasta en nueve oportunidades mediante Resoluciones Ministeriales. Después de las sucesivas prórrogas, con Resolución Ministerial Nº 669-2008-PRODUCE de fecha el 29.08.08, publicada en el Diario Oficial El Peruano, se declara la desactivación y extinción del CEP-PAITA.
Hoy no existe una denominación oficial Centro de Entrenamiento Pesquero de Paita‖. FONDEPES lo absorbió y lo denominó Zonal Paita. Pero ni la fusión ni nada ni nadie eliminarán del inconsciente colectivo del sector pesquero artesanal ese nombre original que está grabado a fuego en el corazón de sus empleados y de todos los pescadores artesanales que gracias a él aprendieron y se hicieron de un oficio. El CEP Paita no desapareció ni desaparecerá jamás mientras los hombres y mujeres que fueron formados allí, vivan. Mientras sus empleados administrativos, instructores y de operaciones tengan vida siempre serán CEP Paita y siempre celebrarán en Junio el aniversario del CEP Paita, no el de FONDEPES. No se destruye una identidad cultural y organizacional con un Decreto Supremo. No se borra de la memoria y del corazón los orígenes de una persona ni de una organización con una norma legal.
La formación del Centro produjo hombres y mujeres especiales, imbuidos de una mística destacable en el sector pesquero que durante toda su existencia produjo resultados importantes en beneficio del sector pesquero artesanal.
Lo mejor que tenía el sector pesquero era el Centro de Entrenamiento Pesquero de Paita. Un solo equipo, una sola mística, un solo empuje. Destruido por tecnócratas de escritorio que jamás pisaron una lancha.
El CEP Paita era un pliego presupuestal con funciones distintas a las del FONDEPES.
Nunca hubo una justificación técnica para fusionarlo estableciendo a este último como entidad incorporante. Tampoco se produjo ahorro significativo alguno en el gasto que valide la fusión.
Los hechos que condujeron a la destrucción de una institución emblemática del sector pesquero peruano, se originan en una decisión política, tomada por políticos, en un ambiente alejado de la realidad pesquera nacional y propia de funcionarios que no están a la altura de las circunstancias.
El Centro de Entrenamiento Pesquero Paita ha sido un referente histórico en la pesca artesanal peruana en la medida que muchos pescadores han sido formados en esta entidad y guardan especial afecto por la misma. Su accionar a nivel nacional lo hizo merecer reconocimiento e identificación nacional, habiéndose convertido en una “marca” que representa vocación de servicio y calidad educativa. Los cursos internacionales dictados le dieron una imagen que trasciende las fronteras.
El gobierno tiene el deber moral de evaluar la indebida fusión realizada y otorgar a ese Centro la autonomía que se merecen y que lo convirtió en líder de la capacitación pesquera artesanal. También tiene que evaluar por qué sigue siendo minimizado, ignorado y abandonado.
El CEP Paita es de Paita y debería restituirse, con autonomía administrativa para que pueda desarrollarse en un escenario, hoy crítico para la pesquería peruana, la cual carente de políticas y de rumbo requiere, más que nunca, que se eduque y capacite a los pescadores artesanales, los que están llamados a defender la sustentabilidad de las pesquerías, merced a una mejor comprensión del mar y los cambios que está sufriendo.
Los hechos nos muestran a una “Zonal Paita” descompuesta y en proceso de desintegración.
Los considerandos y exposición de motivos de la RM que dispone la fusión son bastante discutibles por cuanto se considera funciones afines entre ambas entidades en forma indebida, ya que el Fondepes no realizaba capacitación en la misma magnitud que el CEP Paita. En todo caso la norma también debió mencionar a las actividades de extensionismo pesquero que hacía y hace la Dirección General de Pesca Artesanal del Ministerio de la Producción. Los extensionistas capacitan y forman parte del Ministerio. El IMARPE y el ITP también realizaban y realizan funciones de capacitación a pescadores y acuicultores artesanales.
Si se revisa el ROF del FONDEPES vigente cuando se dio la norma y se le compara con el del CEP Paita queda claro que las cosas no eran tan tajantes como menciona la exposición de motivos. Tampoco era un tema tan grave que merituara considerarlo de “interés nacional”.
Si la norma pretendía lo que dice, se hubiese concentrado en una sola entidad, en este caso el CEP Paita, por su diseño estructural, todas las funciones de capacitación del sector pesquero, convirtiéndolo en un organismo rector de la educación y capacitación sectorial.
El proceso de fusión se debió a una decisión de un equipo de tecnócratas que pretendían la racionalización del Estado. La decisión que tomaron fue que el ITP, se fusionara con el CEP Paita y que ambos fueran absorbidos por el FONDEPES. La posición del Despacho Viceministerial de Pesquería logró salvar al ITP, pero no se pudo evitar que el CEP Paita desapareciera. Fue políticamente impuesta sin atender a las objeciones de carácter técnico que se hicieron. Por tanto, la exposición de motivos fue solamente retórica que cumple su función de sustentar un decreto supremo, sin que nadie lo hubiese observado debidamente. Los intentos de su entonces Presidente del Consejo Directivo, Eduardo Pastor, ya fallecido, y otros, fueron inútiles.
La creación de los CITEs pesqueros por efecto del Plan Nacional de Diversificación Productiva, creo una duplicidad de funciones, porque su creador hablaba un lenguaje diferente al que usaban los que pretendieron racionalizar el Estado sin considerar que la falta de continuidad de sus funcionarios lo haría prácticamente imposible. Precisamente lo que la norma de la fusión pretendía evitar. Lo que se evaluó como un problema que se resolvía con una fusión fue desconocido por la creación de los CITEs, lo que pone en evidencia la ausencia de Políticas de Estado que eviten la incoherencia normativa.
La exposición de motivos en su parte final dice: “Atendiendo que la fusión propuesta de dos organismos públicos descentralizados del Ministerio de la Producción se efectúa en el marco del proceso de modernización, sustentándose para tal efecto en la duplicidad o superposición de funciones del CEP PAITA respecto del FONDEPES, resulta evidente que existen razones de interés nacional que justifican su expedición en forma inmediata, dado los beneficios económicos inmediatos a obtenerse, tal es el caso de la mejora en los niveles de eficiencia así como ahorro en gasto corriente.”
La realidad muestra que los niveles de eficiencia, en términos presupuestales, no mejoraron nunca y que el gasto corriente no se ha reducido. Lo único que se ahorró fue el gasto que generaba el Consejo Directivo (sueldo del Presidente y dietas de directores) que era mínimo y que fue reemplazado por gasto similar o mayor por efectos del control y centralismo diseñado en la Sede Central. El “interés nacional” es una frase hueca, vacía, que se utiliza para pretender justificar lo injustificable.
Por tanto, en términos cuantitativos no se cumplió el propósito de la fusión y en términos cualitativos, las evidencias saltan a la vista, como se puede apreciar lo que ha ocurrido desde el inicio de la fusión hasta 2023.
Por otro lado, la mentira de la generación de ahorro con la fusión queda evidenciada en el hecho que en años posteriores se crearon dos OPDS más adscritas al sector Producción: el INACAL y el SANIPES, cuando lo que supuestamente se pretendía era reducirlas.
Todos los gobiernos han evidenciado carecer de interés en la pesca, lo que se aprecia en la designación de algunos funcionarios poco experimentados en la pesca, así como en una alta rotación de personal. Esto constituye una seria limitación para la administración y los hace blancos fáciles del Lobby pesquero, preocupado más en sus propios intereses que en el beneficio y futuro de la Nación.
Este Lobby utiliza a personas y organizaciones para presionar al Estado, el cual siendo débil, cede al chantaje del conflicto social. El funcionario público, que busca disimular su ignorancia y/o incompetencia acudiendo al uso exagerado de la publicidad mediática y a las ofertas políticas que a la larga incumple, sucumbe a la presión y/o es relevado del cargo debido a la falta de políticas de Estado y de compromiso y apoyo de Palacio de Gobierno.
La sociedad civil es blanco constante de información sesgada, incompleta o incorrecta procedente de diversos Lobbys que defienden intereses particulares. Solamente cuando esté debidamente informada de la realidad de la pesquería podrá generar las corrientes de opinión y la organización adecuada para demandar que los gobiernos
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EL SILENCIO DE LOS BUENOS
Ana López de San Román
“Los problemas de nuestro mundo no derivan sólo las acciones malas, de las decisiones mal tomadas, de la corrupción, la violencia, sino también y en mayor medida, de la actitud contemplativa de ese otro medio mundo que considera que los problemas de “los otros” no les conciernen. Esos otros que sufren no son personas, son cifras.
“No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos”. Martin Luther King
Esta frase que probablemente hemos leído muchas veces, encapsula la realidad de nuestro tiempo. Lo increíble es que a pesar de todo, casi todos dormimos tranquilos, esto quiere decir que hemos sabido anestesiar muy bien nuestras conciencias.
La información en forma de datos nos dice que cada día en este mundo que habitamos, millones de personas sufren por distintas causas, hambre, paro, esclavitud, violencia, guerras, persecución…INJUSTICIAS, de las que nos guste o no, nos moleste o no, ¡todos somos cómplices!
Espero que nadie se sienta ofendido por esta afirmación. Sé que muchos de nosotros podemos pensar y hasta creer que somos “buenos”, porque realmente no hacemos nada malo, pero el problema está en el “hacer nada”. Esa NADA es la verdadera enfermedad de nuestros días, de nuestro siglo, de nuestra sociedad; Supone indiferencia y pasividad, es el preocupante Silencio de los buenos.
Los problemas de nuestro mundo no derivan sólo las acciones malas, de las decisiones mal tomadas, de la corrupción, la violencia, sino también y en mayor medida, de la actitud contemplativa de ese otro medio mundo que considera que los problemas de “los otros” no les conciernen. Esos otros que sufren no son personas, son cifras.
Y es que ser indiferente es una posición que tomamos, una decisión que condiciona la situación del mundo que compartimos con otros, dice Schelling. Aristóteles sin embargo, consideraba que la indiferencia es una actitud de idiotas. Ser Idiota es una forma egoísta de mismidad emocional, y en esa mismidad estamos inmersos.
Esta actitud de espectadores indiferentes o idiotas (léase según convenga), además nos convierte en humanos deshumanizados. La verdadera innovación de nuestros días no tiene que ver con la tecnología sino con un movimiento de seres humanos a favor de otros seres humanos. Personas que desplazan el centro de su universo desde su ombligo y vuelven su vista hacia los demás. Todos sabemos que es imposible que esto mejore, si cada uno de nosotros sólo nos preocupamos de nuestro dedo meñique, estamos tan empeñados en ocuparnos de realizarnos y liberarnos a nosotros mismos, que estamos poniendo en peligro la libertad y dignidad de los demás.
La buena noticia puede venir de la mano de los movimientos de Responsabilidad Social, que desde hace años vienen agitando las conciencias de las organizaciones. En este caso hablo sólo de RS, quiero quitarle el segundo apellido. Es indudable la necesidad de que este movimiento sea “empresarial”, las empresas son las grandes protagonistas del poder en nuestro mundo globalizado, por eso es fundamental que sean responsables, y sin duda en sus manos está gran parte del cambio social. Pero esta mentalidad responsable, esta conciencia de ser cómplices de un mundo en el que unos actúan mal, otros sólo miran y los demás son víctimas, es lo que verdaderamente hay que cambiar. Tenemos que dejar de asumir como dada una realidad injusta para muchos seres humanos, y dejar de ser cómplices por acción o por omisión.
Esta es la verdadera fuerza de todas las personas, empresas y movimientos que creen en la Responsabilidad Social y que quieren que una verdadera civilización sea posible.
La pregunta incómoda es para todos y cada uno de nosotros, y ¿tú qué vas a hacer?”
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