Pertenecer a la OROP, en términos de aporte a la seguridad alimentaria nacional, no ha sido muy productivo para el país. En términos de cuota de jurel, el Perú ha recibido una cantidad pequeña como muestra el siguiente cuadro. El incremento de cuota un año a otro es realmente poco en relación al esfuerzo desplegado en las reuniones de la organización y se produce por mecanismos casi automáticos y no derivados de un esfuerzo o negociación de los miembros.
Al final, en términos prácticos y reales, todo el esfuerzo peruano en el contexto detallado en la primera parte de este artículo, resulta en que la pequeña cuota de jurel de la cual dispone, termina siendo vendida a Chile.
Pese a disponer de cuota de captura para el jurel, en 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021, el Perú no ha realizado esfuerzo pesquero con embarcaciones de bandera peruana en la jurisdicción de la OROP. La Sociedad Nacional de Pesquería – SNP, de acuerdo a las comunicaciones alcanzadas a PRODUCE, informó que, considerando las condiciones y la localización de la zona de pesca de jurel frente a las costas chilenas, donde las restricciones establecidas por dicho país hacen muy difícil una actividad en esta zona, sus empresas asociadas, no tuvieron previsto realizar esfuerzo pesquero.
La industria nacional carece de interés en la captura de jurel en la zona OROP.
La actuación peruana en la Organización Regional de Gestión Pesquera del Pacífico Sur, hasta el momento, no ha generado resultados satisfactorios para el país: por un lado, la cuota de jurel asignada es pequeña y se incrementa anualmente en forma automática (no derivada de una gestión peruana); y no se ha conseguido acciones efectivas en relación a la pesquería de la pota.
La realidad, en términos de resultados económicos referidos a la recaudación de ingresos procedentes de derechos de pesca de la especie jurel, es que es pobre y requiere de una análisis más minucioso que permita entender el contexto.
La oficina de Tesorería del Ministerio de la Producción ha reportado, el 9 de noviembre de 2021, la recaudación de derechos de pesca procedentes de las especies jurel, atún y pota de acuerdo a lo que muestra en el siguiente cuadro y que muestra cifras curiosas.
Indica que los ingresos informados son brutos, es decir, no se han considerado las deducciones por devoluciones que se pudieron haber presentado durante el periodo solicitado, además señala que todos los ingresos identificados e informados a dicha Oficina, son revisados y luego registrados en el SIAF-SP para su posterior transferencia a la Cuenta Única del Tesoro – CUT, CANON PESQUERO o FONDO DE INVESTIGACION CIENTIFICA (según corresponda).
“Monto total recaudado por derechos de pesca durante el periodo 2016-2020, por especie”
Esta misma información muestra niveles de recaudación procedentes del atún que no son significativos ni trascendentales para la administración de la pesquería: 9,663,560.46 en cinco años no se presenta como una cifra importante en el escenario del negocio del atún.
Muestra una recaudación procedente de la pota que asciende a 182,878.82 en cuatro años lo que es curioso porque indica la existencia de embarcaciones industriales accediendo a la captura de este recurso ya que la flota artesanal está exonerado del pago de derechos de pesca. Por otro lado resulta superior a la del jurel. Sería interesante conocer el nombre de estas embarcaciones y la norma bajo la cual han conseguido obtener un permiso de pesca.
En el caso del jurel ¿11,445.98 en 5 años? La relación entre el esfuerzo peruano de mantener presencia en organizaciones de ordenamiento pesquero regionales y la captación de ingresos financieros a través de los derechos de pesca, muestra una relación curiosa, por decir lo menos.
Los gastos de administración de estas pesquerías, tanto dentro del dominio peruano como en la zona OROP y CIAT, requieren de mayor información a fin de efectuar un análisis completo
Dado que la flota nacional decide pescar sólo en aguas nacionales, el Estado ha encontrado como mecanismo de aprovechamiento de los recursos pesqueros que se encuentren más allá de las 200 millas, específicamente en el caso de del Organismo Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur, acudir a embarcaciones de bandera extranjera a través de un mecanismo denominado “arrendamiento”, que en términos prácticos es la venta de la cuota a terceros países.
A la recaudación de derechos de pesca habría que agregar el valor del arrendamiento de la cuota de jurel del período 2016-2020 a fin de ver el panorama completo. Pero esta información no es publicada en forma transparente. Habría que pedirla por transparencia, como se ha hecho con la información de derechos de pesca materia de esta nota, pero ¿por qué no se informa abiertamente sin que haya que pedir esta data?
Deberíamos saber cuánto estamos ganando por arrendamiento de cuota y derechos de pesca y cuánto nos cuesta pertenecer a la OROP en términos de viajes y cuota anual por la membresía a fin de establecer un balance entre los ingresos y egresos que esta actividad genera.