La sinfonía anti-inflacionaria de los bancos centrales tiene un solista: El dólar


Sígueme en twitter

Imagínese esto: el dólar, como un acróbata ansioso, escalando con gracia hasta un máximo de seis meses. Ha sido una gran semana, ya que tanto los mercados de acciones como de bonos estadounidenses se debilitaron, dejando a los inversores preparándose para una meseta (no pico) prolongada con altas tasas de interés. Pero no se preocupen, porque la Reserva Federal, encabezada por el siempre cauteloso Jay Powell, ha emprendido un camino que sólo puede describirse como cauteloso, como si estuviera caminando de puntillas a través de un campo de minas terrestres económicas.

Ahora, imaginemos al dólar pavoneándose, eclipsando con confianza al euro, la libra y el yen. ¡Oh, la eurozona parece bastante nerviosa! No sin razón, pues la Reserva Federal, en una medida que seguramente conmocionó al mundo de la economía, reveló planes para recortar esas tasas de interés (que, permítanme recordarles, actualmente se encuentran en un elevado máximo de 22 años) pero con toda la prisa de un perezoso letárgico un domingo por la tarde. Para sorpresa de nuestros queridos economistas opinólogos, que anticipaban un enfoque más vivaz.

A raíz de esta revelación, los precios de los bonos del gobierno estadounidense decidieron caer en picada, y los rendimientos alcanzaron un máximo de 16 años. Mientras tanto, el S&P 500 tuvo un ataque y experimentó una de las caídas más dramáticas que haya visto en todo el año. ¡Oh, el drama!

¿Y qué escuchamos de los sabios de Wall Street?: «Los mercados han tomado a la Reserva Federal de forma bastante negativa». Bueno, ¿no es eso un eufemismo? Parece que estamos firmemente arraigados en la era de «más arriba por más tiempo» y la convicción es que hemos entrado en un régimen completamente nuevo. ¡Prepárense, porque las mareas están cambiando!

Pero esperen, la decisión de la Reserva Federal de mantener esas tasas firmemente bajo control no fue un incidente aislado. El Banco de Inglaterra, a su manera británica, también intervino, enfatizando la importancia de mantener esas tasas altas. Al otro lado del charco, el Banco Central Europeo decidió subir sus tipos a un máximo histórico. ¡Apreciemos la sinfonía de los bancos centrales y sus orquestas financieras!

No olvidemos los mercados mundiales de renta fija, que han estado en un estado de agitación durante meses, todo debido a estas molestas tasas de interés de referencia y el espectro de una inflación creciente. Sí, de hecho, los mayores costos de endeudamiento pueden ser una nube de tormenta en el horizonte económico.

 

  • En medio de todo este caos, Estados Unidos se mantiene erguido, como un faro de resiliencia. El dólar, en todo su esplendor, ha subido un notable 6% frente a otras monedas desde mediados de julio. Las solicitudes de desempleo han disminuido y las solicitudes de ayuda por desempleo han caído a niveles no vistos en meses. Parece que los mercados finalmente están convencidos de que la Reserva Federal mantendrá altas esas tasas de interés.  Solo recordar que controlar la inflación por esa vía, a menudo se logra a expensas de un menor crecimiento económico. Una verdad histórica que no debe tomarse a la ligera.

 

Notas críticas para gerentes y directores:

  • El dólar alcanzó un máximo de seis meses frente a varias monedas cuando la Reserva Federal anunció planes para recortar lentamente las tasas de interés.
  • Estados Unidos sigue mostrando resiliencia, con el dólar subiendo y solicitudes favorables de desempleo, lo que ha llevado a algunos a creer en la superioridad económica de Estados Unidos.
  • Los precios de los bonos del gobierno estadounidense cayeron, lo que llevó a un máximo de 16 años en los rendimientos, mientras que el S&P 500 experimentó una importante caída semanal.
  • El sentimiento del mercado parece negativo, con expectativas de un régimen de tasas de interés «más altos durante más tiempo».
  • Otros bancos centrales, incluidos el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo, también han enfatizado la importancia de mantener tasas altas.
  • Unos tipos elevados y prolongados pueden hacer que los mercados de valores sean más frágiles debido al aumento de los costes de endeudamiento.
  • Recordar que controlar la inflación a menudo se logra a expensas de un menor crecimiento económico. Una verdad histórica que no debe tomarse a la ligera.