La jefa del Fondo Monetario Internacional advirtió a Grecia que habría consecuencias de producirse una reestructuración de su deuda tras unas elecciones en las que un partido que se opone al rescate internacional encabeza los sondeos.
El partido de izquierda Syriza, que amplió su ventaja sobre los conservadores en las encuestas de intención de voto de cara a los comicios del 25 de enero, ha dicho que acabará con la austeridad impuesta por el rescate y pedirá a sus interlocutores internacionales renegociar las deudas de Grecia y de otros países de la zona euro.
Su líder Alexis Tsipras ha sugerido una conferencia inspirada en una reunión celebrada en Londres en 1953 en las que las potencias occidentales acordaron recortar a la mitad la deuda de Alemania Occidental después de la Segunda Guerra Mundial. En diciembre, Tsipras pidió un «momento de solidaridad» parecido con Grecia.
«En principio, los esfuerzos colectivos son bienvenidos, pero al mismo tiempo una deuda es una deuda y es un contrato», dijo la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, al Irish Times en una entrevista el lunes al ser consultada por la idea general de la celebración de una conferencia sobre la deuda.
«No pagar, reestructurar, cambiar las condiciones tiene consecuencias en la firma y en la confianza en la firma», sostuvo.
El diario añadió que Lagarde se reservó su opinión acerca de si la carga de deuda de Grecia, que equivale al 175% de su Producto Interno Bruto anual, es sostenible.
Por otra parte, Lagarde señaló que el amplio respaldo la semana pasada del abogado general del Tribunal de Justicia Europeo a la compra de deuda pública por el Banco Central Europeo (BCE) proporcionaría «comodidad» a las opciones que tienen disponibles.
«Desde luego esperamos que el BCE siga apoyando la recuperación en Europa. Es necesario. No puede ser el único en hacerlo, pero tiene que hacer lo que tiene que hacer», dijo antes de la reunión de política monetaria que el BCE sostendrá este jueves.