Los desastres naturales revisten gran importancia debido a su impacto significativo en la vida humana, los ecosistemas y la economía. El terremoto y tsunami de Tohoku en 2011 fue uno de los peores desastres naturales de la historia, causando más de 15 mil muertes y daños materiales y económicos por un valor de US$ 300 mil millones. El huracán Katrina en 2005 también fue un desastre devastador, causando más de 1.800 muertes y daños materiales y económicos por un valor de US$ 170 mil millones. Es importante tomar medidas para prevenir y mitigar los efectos de estos desastres naturales en el futuro, incluyendo la construcción de infraestructuras resistentes, el establecimiento de sistemas de alerta temprana y la promoción de prácticas sostenibles en la gestión de los recursos naturales.
