Matemáticas Electorales de Keiko Fujimori

Keiko Fujimori ha hecho historia al convertirse en la primera persona en enfrentar tres balotajes consecutivos desde que se instauró en el Perú el sistema de umbral en 1978. ¿La tercera es la vencida? Para responder a la pregunta, en este artículo repasaremos los números que logró la candidata Fujimori en las dos elecciones previas y que tan cerca o lejos está de igualarlos en su tercera campaña proselitista.

Primer Balotaje: En 2011 llegar a Palacio era el “Santo Grial” de la fauna política peruana, debido al sostenido crecimiento económico merced al boom de los commodities y las bajas tasas de interés. Así se enfrentaron cinco candidatos con opciones, quedando como finalistas Ollanta Humala de Gana Perú con 4,6 millones de votos (23,3% del padrón electoral) y Keiko Fujimori de Fuerza 2011 con 3,5 millones de votos (17,3% del padrón electoral).

Para la segunda vuelta, el bolsón de votos presto para que los contrincantes electorales echen mano se ubicaba de la siguiente manera: 4,2 millones de votos de partidos de derecha y centro derecha y 2,4 millones de votos de partidos de izquierda y centro izquierda.

A Keiko Fujimori le separaban de Ollanta Humala 1,2 millones de votos, para ganar las elecciones debía polarizar el debate y aglutinar entorno a ella 7,6 millones de votos dejando a su adversario con 7 millones de votos. Pero no contó con que en la tienda del frente moderarían su discurso a tal punto que logró convencer a más electores de lo esperado.

Ollanta Humala alcanzó 7,9 millones de votos, adjuntándose 3,3 millones más de los que obtuvo en la primera vuelta (900 mil votos más de lo previsto). En tanto, Keiko Fujimori llegó a los 7,5 millones de votos, endosándose 4 millones de votos adicionales (128 mil votos menos de lo previsto). La ajustada victoria de Humala fue determinada por los votos de un porcentaje de quienes en la primera vuelta votaron inválido y una parte de los votos de centro derecha.

Segundo Balotaje: En 2016 la polarización en gran parte no era por ideologías sino por una creciente animadversión fujimorista, así es como la contienda se dividió principalmente entre cuatro antifujimoristas, que querían captar al elector indeciso, y los partidarios de Keiko Fujimori. La primera vuelta se saldó con un amplio margen de diferencia a favor de la lideresa de Fuerza Popular (6,1 millones de votos: 26,7% del padrón electoral) respecto de su adversario de Peruanos por el Kambio (3,2 millones de votos: 14,1% del padrón electoral).

Ambos finalistas pertenecían a la derecha del espectro político, pero para diferenciarse el partido de PPK decidió arrimarse al centro en busca de adherir votos de centro izquierda y potencialmente de la izquierda (atendiendo a su manifiesto antifujimorismo). En ese sentido, Keiko Fujimori presupuestaba mantener sus votos y conseguir un porcentaje de centro derecha, mientras que PPK para tener opción de ganar debía asegurar los 3,1 millones del centro político.

Keiko Fujimori logró adherir a sus votantes a un grupo importante de electores de centro derecha, además de varios electores que en la primera vuelta habían invalidado su voto y con ello alcanzó 8,56 millones de votos. El problema fue que PPK además de sumar un altísimo porcentaje de electores que habían invalidado su voto en primera vuelta, logró atraer votantes de izquierda y centro izquierda, con lo que consiguió 8,60 millones de votos; es decir la victoria por una nariz.

Tercer Balotaje: En medio de una pandemia y ante la mayor crisis económica desde los 80s, la Presidencia no debería ser una vitrina muy atractiva; sin embargo, el número de postulantes en las elecciones de 2021 fue el más alto desde 2006. Los finalistas Pedro Castillo de Perú Libre y Keiko Fujimori de Fuerza Popular, en conjunto apenas lograron 4,7 millones de electores, es decir el 18,4% del padrón electoral; mientras que el ausentismo y los votos rebeldes (inválidos) fueron de 30% y 13,1% del padrón electoral, respectivamente.

Si asumimos que la tasa de ausentismo de la primera vuelta se mantiene, las chances de Keiko Fujimori de decir que la tercera es la vencida, se sostienen en tres vectores: (1) sumar a sus votos los 4,1 millones de electores de derecha que han decidido apoyarla (86% de los electores de derecha), (2) evitar que Pedro Castillo convenza a los electores de centro (el 40% de los cuales son de Acción Popular), y (3) esperar que el voto antifujimorista de derecha y centro derecha se incline por el voto inválido.

Otro escenario favorable para Keiko es que la tasa de ausentismo disminuya y esos votos pasen a formar parte de sus arcas electorales, con ello y teniendo en cuenta los votos asegurados de derecha y parte de centro derecha, podría contrarrestar una probable presencia de votos antifujimoristas en las filas de su rival electoral. En fin, en poco más de cuatro semanas veremos por quién doblan las campanas.

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