La reciente adquisición del 10% del capital de Credinka por parte de Acción Internacional implica una ráfaga de aire fresco en el mercado peruano de las microfinanzas. La operación sin duda representa un aliciente para un sector en el que la morosidad y la calidad de cartera han venido deteriorándose a lo largo del 2014. Al segundo trimestre del 2014 los indicadores financieros de las cajas rurales han sido disparejos, mientras los créditos aumentaron al ritmo del 4, 9% (muy por debajo del crecimiento de 13, 9% de los créditos totales del sistema microfinanciero), los depósitos retrocedieron en 1%. Este sombrío escenario para las microfinanzas ha propiciado dos efectos: (i) decrecimiento de la rentabilidad patrimonial de todos los intermediarios microfinancieros, siendo más pronunciada la caída en las cajas rurales (salvo Credinka que incrementó su rentabilidad en 1, 5 puntos porcentuales), y (ii) reducción del valor económico agregado (EVA) -que mide la capacidad para generar la rentabilidad mínima exigida por el costo de oportunidad del capital propio de sus accionistas-, en el lapso analizado, el cual sólo pudo ser generarlo por una minoría de entidades microfinancieras en las que el margen operativo y la utilidad netos a ingresos financieros fue superior al 20% y 6%, respectivamente.
La referida adquisición se da en un momento en el que el mercado presenta precios castigados por el deterioro que sufre el sector. Sin duda que al ser Acción Internacional un jugador conocedor de la industria microfinanciera latinoamericana, y peruana en particular, al tomar la decisión de compra de dicha participación accionaria, tenía razones de peso que lo motivaban a adquirir dicha participación accionaria y entre manos una estrategia potente de cómo generar más valor en Credinka. Es notorio que, además de la sostenida rentabilidad de Credinka, el principal atractivo para Acción Internacional está en el propio modelo de negocio de la entidad microfinanciera, pues este le permitiría potenciar el desarrollo de su misión institucional en la industria microfinanciera peruana en el plano del financiamiento rural. Y, dentro de la razonabilidad de sus estimaciones financieras para determinar el precio a pagar, es probable que se haya pagado aplicando un múltiplo de compra de valor empresa de entre 2 y 2, 5 veces Ebidta, con lo cual no sólo reconoce el mayor valor económico que puede lograr hasta el momento en que se dé su desinversión sino además el valor adicional que puede generar una reducción del costo de fondeo por acceso a nuevas fuentes allegadas a Acción Internacional y las sinergias que podrían generarse ante una eventual fusión con Financiera Nueva Visión. Es probable que el valor adicional pagado no fuera mayor al 15% y fácilmente pudiera recuperarse en un corto período de tiempo.