En agosto de 2023, México experimentó una notable reducción en su déficit comercial, registrando un déficit de US$ 1.377 millones, en comparación con los US$ 5.704 millones del mismo mes del año anterior. Este cambio significativo se debe, en parte, a un incremento del 3,8% en las exportaciones en comparación con el año anterior, alcanzando los US$ 52.360 millones. Este aumento en las exportaciones se vio impulsado principalmente por un crecimiento en los envíos de productos no petroleros, incluyendo productos mineros y manufacturados de automoción.
Dentro de las exportaciones no petroleras, aquellas dirigidas a EEUU experimentaron un crecimiento del 5,2%, mientras que los despachos al resto del mundo mostraron una ligera caída del 0,1%. En contraste, los envíos de petróleo vieron una disminución del 4,6%, situándose en US$ 3.000 millones. Por el lado de las importaciones, se observó una caída del 4,3%, alcanzando los US$ 53.740 millones, atribuida principalmente a una reducción en las compras de productos petrolíferos del 37,1%. Sin embargo, las importaciones no petroleras vieron un incremento del 0,8%, con aumentos significativos en bienes de capital y bienes de consumo, compensando la caída en las importaciones de bienes intermedios.
La significativa reducción del déficit comercial de México refleja una dinámica económica en la que el país está incrementando su capacidad exportadora, especialmente en sectores no petroleros, mientras modera sus importaciones. Este escenario puede tener implicaciones positivas para la balanza comercial del país y su posición económica global. Los analistas y formuladores de políticas estarán atentos a cómo estas tendencias comerciales evolucionan en los próximos meses y a su impacto potencial en la economía mexicana, considerando factores globales y regionales que podrían influir en el comercio internacional.