México: el sexenio de Lopez Obrador es el de menor crecimiento económico en un siglo

El desempeño de la economía mexicana bajo la presidencia de Andrés López Obrador está siendo cada vez más insatisfactorio, y su mandato podría ser recordado como el período con la tasa de crecimiento más baja en los últimos 100 años. Según el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), la economía de México solo creció un 1,1% desde diciembre de 2018 hasta marzo de 2023, y el ingreso real per cápita ha experimentado una caída del 3% debido al aumento de la población. Este magro crecimiento ha afectado el desarrollo del país y ha consolidado la tasa de pobreza estructural en los sectores más vulnerables.

La economía mexicana ha perdido por completo el impulso de crecimiento que mantenía en años anteriores. El Producto Interno Bruto (PIB) ha caído al menos un 9,5% en comparación con la tendencia de crecimiento a largo plazo que tenía antes de diciembre de 2018, prácticamente estancándose durante 17 trimestres consecutivos. A partir de finales de 2018, se produjo un cambio en la composición de la economía mexicana, donde el débil crecimiento del consumo se convirtió en el principal impulsor de la actividad, mientras que la inversión se desplomó drásticamente. De hecho, la inversión bruta interna fija de México sigue siendo un 3,83% inferior al nivel que tenía a mediados de 2018.

Las reformas implementadas por López Obrador sentaron las bases para la fuga de inversiones del país y para el bajo crecimiento de los últimos cuatro años. La reforma de la Ley Minera en abril de 2022 avanzó en los pasos legales para la expropiación del litio, mientras que se está llevando a cabo una reforma energética para estatizar hasta un 54% de la generación eléctrica del país. La reforma laboral aprobada en 2019 también ha limitado el crecimiento potencial, especialmente al profundizar el desacople entre la productividad y el costo unitario de la mano de obra. La productividad en México ha caído un 8% desde que el gobierno socialista asumió el poder, mientras que los costos laborales han aumentado un 17,2%.