En su reunión de junio de 2023, el Banco de México decidió mantener su tasa de referencia en 11.25%. Esta acción era ampliamente esperada, ya que el banco central ha estado llevando a cabo un ciclo de endurecimiento desde junio de 2021. El objetivo principal es abordar la inflación elevada en el país.
Aunque la inflación general anual se desaceleró a un 5,18% en mayo desde un 6,25% en abril, aún se mantiene en niveles altos. Las expectativas de inflación para 2023 mostraron ajustes moderados, pero las proyecciones a largo plazo se mantuvieron relativamente estables por encima del objetivo establecido. El banco central reafirma su compromiso y esfuerzos para consolidar un entorno de inflación baja y estable.
Con esta decisión, el Banco de México busca mantener una política monetaria prudente y eficiente para controlar la inflación y fomentar la estabilidad económica. Está atento a las condiciones económicas y evaluará de manera continua la necesidad de futuros ajustes en la tasa de referencia según evolucione la situación inflacionaria y las perspectivas económicas.