En su reunión de agosto de 2023, el Banco de México optó por mantener su tasa de política de referencia en el 11,25%, un máximo histórico. Esta decisión estaba en línea con las expectativas del mercado y marca la tercera ocasión consecutiva en la que la junta decide no hacer cambios en la tasa. Es relevante mencionar que, desde junio de 2021, el banco central había incrementado el costo del endeudamiento en 15 ocasiones, sumando un aumento total de 725 puntos base.
Los responsables de la política monetaria del país destacaron que la inflación anual se redujo al 4,79% en julio, en comparación con el 5,06% registrado en junio. A pesar de esta disminución, la inflación sigue siendo un tema de preocupación por su nivel elevado. Las proyecciones indican que las expectativas de inflación para 2023 han disminuido y se espera que la inflación se alinee con el objetivo del banco en el cuarto trimestre de 2024.
Con la decisión tomada, el Banco de México reafirma su compromiso de mantener una postura de política monetaria que permita que la inflación converja hacia su objetivo del 3%. El Consejo del banco ha enfatizado que continuará monitoreando de cerca todas las presiones inflacionarias y los factores que puedan influir en la trayectoria prevista de la inflación y sus expectativas. Esta vigilancia constante refleja la determinación del banco central de garantizar la estabilidad de precios en el país.