El desarrollo de negocios agrarios en las zonas rurales favorece la estrategia gubernamental de lucha contra la pobreza y el desarrollo de nuevas fuentes de ingreso permanentes, sostuvo la especialista de la dirección de negocios agrícolas del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), Mirtha Salinas.
Explicó que ello facilita las tareas de asociatividad entre los productores generando condiciones para un mejor acceso a los mercados que exigen cantidad y calidad. En tal sentido, destacó la próxima puesta en marcha del Programa de Formación Agraria y de Apoyo al Emprendimiento Juvenil en el Perú (Formagro), que concentrará sus actividades en las regiones de Áncash y Lima. Se trata de un programa de formación técnica-profesional, agropecuaria, empresarial y de reforzamiento productivo para la creación y consolidación de iniciativas empresariales.
Salinas agregó que se tiene previsto captar fondos adicionales (de la cooperación internacional) para replicar esta experiencia en otras regiones del país con potencial de producción agropecuaria. «La educación inclusiva permite que más personas se desarrollen», dijo.
Agregó que uno de los pilares de Formagro es impulsar la formación técnica y la empleabilidad de los jóvenes. Asimismo, promoverá el mejoramiento de las cadenas productivas y transformación agrícola. «Se valorizarán y mejorarán los emprendimientos, además de impulsar el desarrollo económico rural y periurbano», anotó.