El Plan Unidos, junto con la próxima devolución de aportes a los fonavistas y el reciente depósito de la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS), se perfilan como factores clave para impulsar el consumo durante la campaña navideña en Perú. Se espera que estas medidas generen un crecimiento del consumo entre el 7% y el 10% en comparación con la campaña de 2022. Este pronóstico positivo representa un cambio significativo respecto a las expectativas previas, que anticipaban un consumo negativo para fin de año.
El impacto de estas medidas se espera que sea de corto plazo, comenzando a notarse desde diciembre de 2023 y con mayor intensidad en el primer trimestre de 2024. Estas acciones podrían ayudar a mitigar los efectos negativos en el consumo que se esperan debido al Fenómeno El Niño. Para asegurar un impacto sostenido en el mediano y largo plazo, se apoyará la inversión privada, destacando la importancia de destrabar proyectos y facilitar mecanismos de inversión. La inversión privada representa el 80% de la inversión total, por lo que su promoción es crucial para la economía del país.
La inversión pública, aunque importante, solo representa el 20% de la inversión total. Por ello, el enfoque del Gobierno en la inversión privada y la necesidad de una adecuada articulación entre todos los sectores y autoridades subnacionales es esencial. Además, se destaca la importancia de garantizar la seguridad, tanto en términos de seguridad ciudadana como en la protección de proyectos, especialmente los mineros. La inseguridad puede ser un factor disuasorio para la creación de nuevos emprendimientos y para la continuidad de los ya existentes en el mercado.
El impulso al consumo en la campaña navideña a través del Plan Unidos y la devolución de Fonavi, junto con el depósito de la CTS, es una señal alentadora para la economía peruana. Estas medidas podrían no solo aumentar el consumo en el corto plazo, sino también sentar las bases para una recuperación económica más robusta y sostenida. Sin embargo, es crucial que estas iniciativas se complementen con estrategias a largo plazo que fomenten la inversión privada y la seguridad, elementos fundamentales para un crecimiento económico inclusivo y estable. La capacidad del país para navegar estos desafíos determinará en gran medida el éxito de estas políticas en el fortalecimiento de la economía nacional.