El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) ha tomado medidas para mitigar el impacto de los topes de tasas de interés que se han establecido en años recientes. En 2020, el Congreso aprobó leyes con el objetivo de aliviar los efectos de la pandemia, entre las que se incluyó la imposición de topes máximos a las tasas de interés de los créditos. Esta medida tenía como objetivo eliminar las tasas de interés consideradas excesivamente altas.
Sin embargo, esta ley tuvo un efecto adverso en el acceso al crédito. Aproximadamente 220.000 personas dejaron de ser elegibles para créditos del sistema financiero entre mayo y diciembre de 2021. La tasa de interés compensatoria máxima se estableció en 83,4% para créditos de consumo y mypes en soles. Debido a estos topes, muchas personas no pudieron acceder a créditos formales, ya que el costo de prestarles excedía el límite establecido.
El BCRP ha estado aumentando gradualmente este tope, especialmente desde noviembre del año pasado. En mayo de 2023, el tope se elevó al 96,3%. A pesar de esta flexibilización, se espera que más personas continúen siendo excluidas de la oferta de créditos de las instituciones financieras formales. Además, hay preocupaciones de que las personas recurran a prestamistas informales, que a menudo emplean tácticas delictivas y extorsivas.