Precio de los combustibles en el Perú y el Mundo

El Perú es importador neto de hidrocarburos porque la producción de diversos carburantes en el mercado local no satisface la creciente demanda del país. Ello en un momento donde se han visto también incrementos continuos de precios en los grifos, que han afectado no sólo el bolsillo de los automovilistas, sino también han tenido efectos nocivos para los transportistas de carga quienes recientemente paralizaron sus actividades.

¿Cuál es la situación del mercado de hidrocarburos en el país?

El mercado de hidrocarburos siempre ha sido muy volátil. Ha tenido precios que, a veces, se dispararon a las nubes y de pronto tuvieron una caída violenta. Ha pasado muchas veces y en particular, se pudo experimentar cuando arrancó la pandemia. De pronto el mundo paralizó sus actividades y el petróleo y todos sus derivados tuvieron precios que empezaron a caer violentamente hasta prácticamente cero, en un momento inclusive hubo precios negativos. Barcos cargados de combustible que no tenían quién les compre y tenían más bien que pagar para deshacerse de ese combustible. Luego, el descubrimiento de la vacuna hizo que muchos países reanuden sus actividades económicas, el mercado volvió a consumir combustible y hubo una doble presión sobre el precio; primero, al normalizarse todas las actividades se volvió al consumo de siempre, pero con los inventarios vacíos. Había que volver a ponerlos en el nivel normal originando una presión fuerte sobre la demanda que originó la aparición de sobreprecios.

 

Con la guerra en Ucrania se disparó el precio del crudo, la guerra terminó por hacer que los precios se disparen aún más hacia arriba. Es el momento que estamos viviendo pues, además, nosotros importamos petróleo porque no tenemos suficiente producción, por lo que es clave de alguna manera reformular el marco regulatorio para propiciar inversiones en el sector hidrocarburos en el país. Es realmente un drama. En 50 años nunca se había visto una crisis tan profunda como la actual.

Hoy día podríamos producir más de 100 mil barriles de petróleo por día; sin embargo, estamos produciendo sólo 36 mil. No podemos producir esos 100 mil barriles diarios debido a que hay una serie de lotes con la producción parada, la mayoría por los cortes frecuentes del oleoducto haciéndole un grave daño al país, provocando que en este año prácticamente 11 meses esté parada la producción en la selva. Y lo poco que se produce hoy día se va por los ríos a través  de Brasil al mercado internacional. Es una locura.

 

Cuando tratamos sobre el potencial de hidrocarburos que tenemos en el país, debemos hablar no sólo de petróleo crudo, también del gas y para ser más dramático el tema,  importamos cada vez más petróleo, importamos cada vez más diésel, más gasolina, productos derivados del petróleo; sin embargo, nos sobra tanto gas que, además de lo que hoy día se trae por los ductos y que atiende básicamente a Lima, Ica y algunos otras ciudades,  sigue sobrando  gas que se tiene que reinyectar a los yacimientos, más o menos entre 300 y 400 millones de pies cúbicos por día; o sea, el 25% del gas que sale del subsuelo se tiene que reinyectar porque no hay cómo llevarlo a los mercados, porque faltan ductos.

En el año 2004 tuve la oportunidad de impulsar la creación y aplicación del Fondo de Estabilización. ¿Qué situación pretende atender? Aún en el extremo que el precio del petróleo crudo no se mueva todo el año, que sea estático, que esté fijo en un determinado valor, la gasolina sube de precio en algunos meses y baja en otros meses. Y lo contrario sucede con el precio del gas.

¿Por qué razón?

Cuando es verano en el hemisferio norte que incluye toda Europa, todo el Asia, Canadá, Estados Unidos, México, donde hay muchos más vehículos que en el sur, se concentra la mayor cantidad de gente viajando. Un trabajador sale de su oficina a las 5, todavía tiene luz solar hasta las 22:00 horas de la noche. Llega a su casa, se va con la familia a pasear. En agosto es frecuente que casi todos los países de Europa tomen vacaciones usando muchos combustibles, la demanda sube y el precio de la gasolina también sube, aunque el petróleo no haya subido de precio, a este fenómeno se le llama el driving season.

¿Qué pasa cuando termina el verano? Cada vez los días son más cortos y cuando están en invierno ese trabajador sale de su oficina a las 17:00 horas de la tarde y ya todo está oscuro. El camino a su casa está con nieve y llega a su casa temblando. Apenas llega a su hogar prende la calefacción y toma bebidas calientes, se baña con agua caliente y lo único que usa son combustibles para calentarse. El carro se guarda, no lo vuelve a usar; la demanda de gasolina y su precio bajan muchísimo. Entonces, hay algunos precios que suben un tiempo y bajan en otro tiempo y al revés, los productos que sirven para calentar como es el gas, en el verano están con precio bajo y en el invierno está como un precio alto porque la gente necesita calor. El Fondo de Estabilización justamente aprovecha esa oscilación de precios para moderar el precio para los consumidores. Conociendo este comportamiento, lo que busca es tener un precio estable de tal manera que cuando el precio sube mucho, el fondo compensa a los productores para que ellos no pasen al mercado toda esta diferencia y cuando el precio baja, el precio al público no se mueve de este centro y entonces esa diferencia permite devolverle al fondo lo que antes aplicó, así el fondo se puede compensar. Ese es el principio. El Fondo de Estabilización es lo más adecuado siempre y cuando se maneje bien. Desafortunadamente, ha habido algunas distorsiones en el camino. En la época en que inicialmente se manejó el Fondo, existió un Comité Consultivo donde estaba un representante del Ministerio de Energía y Minas, otro del Ministerio de Economía y Finanzas, uno de uno de los productores y uno de OSINERGMIN, que era el organismo que tenía la información, y con ellos se analizaba lo que estaba pasando con respecto a los precios en el mercado internacional y cada vez que había movimientos de mercado importantes se ajustaban las bandas. Posteriormente eso cambió, algunas autoridades decidieron adoptar otro mecanismo, hacer ajustes cada dos o tres  meses. Entonces a veces ocurrió que de pronto se hacía un ajuste de bandas y al día siguiente o 2 o 3 días después, el mercado tenía cambios importantes hacia arriba o hacia abajo y no se podía hacer nada hasta que pasen otros 2 o 3 meses, provocando un desajuste porque el mercado interno ya se había movido y había que esperar esos 2 o 3 meses para recién hacer los ajustes. Otra medida peor que esta primera fue cuando a alguien se le ocurrió afirmar que el GLP envasado es para los pobres y el GLP a granel para las fábricas o solo para los ricos, demostrando un enorme desconocimiento del mercado, porque el GLP envasado, por ejemplo, es usado en los hoteles cinco estrellas de Lima o en bares que están en algunas terrazas de lujo donde vamos a encontrar estufas con balones de GLP. O puede ser que haya una señora que viva en una casa que tenga piscina calentada con balones de GLP. Entonces, el hecho de usar balones no significa que uno es rico o es pobre. Al revés, hay edificios que están en zonas populares en barrios de clase media baja que tienen GLP a granel porque tienen instalado un tanque en el edificio, es cierto también que muchos hospitales del Estado usan GLP a granel. Otro caso, ¿Cuál es el alimento básico de la canasta popular? El pollo y todas las granjas que crían pollos, usan GLP a granel para la crianza. Entonces cuando dijeron que el GLP a granel esté fuera del fondo, era no darse cuenta de que había una parte importante del mercado que perdió el apoyo del Fondo.