Según cifras del Sistema de Información de Abastecimiento y Precios del Ministerio de Agricultura (Minagri), el precio promedio del pollo llegó a S/9,59 por kg, casi S/2 por encima del valor que registró el producto antes de que se decretara la inmovilización obligatoria en el país por la pandemia del COVID-19 (el precio al 13 de marzo fue de S/7,90 por kg). En junio el precio minorista por kilo variaba entre los S/5 y S/6 aproximadamente, y a partir del 1 de julio dio un salto a S/7,43 en promedio el kilo y desde esa fecha, el precio se ha incrementado de forma sostenida. A nivel mayorista, ha llegado a S/6,35 por kg (superior al promedio de S/5 visto antes de la pandemia). La caída del precio, a inicios de la pandemia fue resultado de una fuerte contracción de la demanda ante la paralización de la mayoría de actividades económicas y a que la producción avícola para ese periodo ya había sido planificada meses atrás cuando la posibilidad de una cuarentena era prácticamente nula. Bajo ese nuevo contexto los productores empezaron a dejar de cargar pollitos bebés, los huevos fértiles se vendían como comerciales y se bajó la carga de producción en alrededor de un 20% dado que antes de la pandemia se comercializaban, a nivel nacional, 2,17 millones de unidades de pollos diarios, pero durante la cuarentena solo se comercializaron 1,62 millones de unidades al día (-25%). Con la reactivación económica y el fin de la cuarentena, ese ajuste, finalmente, llevó a la realidad que vivimos ahora: una mayor demanda del producto y una menor oferta disponible, dado que en mayo y junio retrocedió la producción avícola, repercutiendo directamente en el precio. Ante esta situación, el Minagri advirtió que el incremento del precio ya alcanzó su techo y debería estabilizarse en los próximos días.
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