Los precios internacionales de los alimentos básicos podrán descender en 2019 ante una débil demanda, que en 2018 se contrajo 3,5%, según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Para 2019 no se esperan problemas de producción; sin embargo, existe cierta ralentización económica a nivel global, particularmente en China.