El presidente Pedro Castillo prorrogó por 3 años la fecha límite que tienen las empresas mineras ilegales e informales para formalizarse, al promulgar una ley absolutamente anti técnica aprobada por el actual Congreso a mediados de diciembre. Con qué cara Castillo, a través de su premier Mirtha Vásquez, puede amenazar con cerrar inmediatamente mineras formales que están sometidas a elevadas exigencias ambientales[1], si a las mineras que más envenenan el ambiente las tratan con guante de seda.
Si el gobierno y el congreso tuviesen un verdadero compromiso con el ambiente, tendrían que empezar por dar normas que combatan la minería ilegal, que evade de manera sistemática las regulaciones sociales y ambientales, que deforesta y causa erosión de suelos y genera residuos con alto contenido de sólidos en suspensión que son arrojados a los ríos.
A ambos no les importa que por 3 años más (que en 2024 seguro se alargarán a muchos más) la minería salvaje prosiga envenenando el ecosistema y generando prostitución y explotación infantil, con niños expuestos al contacto con el mercurio y el cianuro.
El profundo dualismo económico (formalidad – informalidad) arraigado desde la Colonia, complejizado a lo largo de la República con la expansión de redes mafiosas (contrabando, el narcotráfico, la evasión tributaria, la subvaluación, el lavado de activos, la tala ilegal, etc.), se ha convertido en el principal freno para un verdadero desarrollo sostenible.
Sin embargo, la política del gobierno de Castillo y del Congreso frente a la informalidad es no tener una política de Estado para combatirla, sin tomar conciencia de que están jugando con fuego, pues se trata de uno de los problemas más urgentes del Perú.
Gobierno y Congreso sin visión de país, promotores de la informalidad capturados por mafias e inmersos en un clientelismo populista electorero. ¿En qué momento dejará de joderse el Perú? ¿Hasta cuándo el filibusterismo de izquierda y derecha seguirá desgobernando nuestra nación?
[1] Según las palabras textuales de Mirtha Vásquez, causantes de un pánico minero financiero inusitado: «[las minas Inmaculada, Breapampa, Pallancata y Apumayo] no gozarán de ampliación alguna para procesos de explotación ni exploración. Por el contrario, el Estado les exigirá que sus actividades cesen con prontitud.» Véase Jorge Chávez Alvarez, Populismo sí, minería no, en AlertaEconómica, 23/11/2021. https://alertaeconomica.com/populismo-si-mineria-no/