Toda una incógnita será la futura conformación del Congreso de la República. Los partidos políticos están tan desacreditados que es muy difícil predecir qué va a pasar. ¿Será un Congreso mejor o peor que el disuelto? ¿Será más o menos corrupto? ¿Predominará el tráfico de influencias o la labor legislativa y de fiscalización transparente? ¿Seguirá en contienda permanente con el Ejecutivo o primará la concordia y la ponderación?
El acto electoral está a la vuelta de la esquina (domingo 26 de enero de 2020). Los partidos están super desacreditados y sus dirigentes también. El plazo es muy breve para un mandato que también es muy breve, lo que desalienta la participación partidaria, que no vería como ‘buen negocio’ invertir en una campaña intensa, para luego ejercer en un mandato de apenas año y medio.
Todo ello obligará a los partidos políticos a tener que abrirles sus puertas a miembros de la sociedad civil de alto brillo.
Los partidos chicos que cuentan con inscripción vigente tendrán la gran oportunidad de reposicionarse e incluso convertirse en partidos grandes, en vista del vacío reinante. Todo dependerá de qué entiendan por ‘mayor brillo’. Para algunos puede significar darle los primeros lugares de sus listas a gente farandulera o los ‘saltapericos’ de la política, que suelen tener alta exposición mediática. Varios de ellos conocidos picarones con anticuchos de antonomasia, que la gente suele olvidar, pero que en medio de una campaña salen a la palestra más temprano que tarde.
Si no llegaran a cuajar estas listas con la participación dominante de aspirantes de gran solvencia profesional y moral, existe el riesgo de que se esté dejando la mesa servida al radicalismo de izquierda extrema encarnada por Sendero Luminoso, con su brazo de fachada ‘el Movadev’, así como a Antauro Humala y sus huestes fascistoides, que cuentan con fuerte soporte del ‘Grupo de Puebla’, que se dice que ya ha redactado una nueva ‘Constitución Socialista del Siglo XXI’ para Perú, en reemplazo de la “obsoleta Constitución capitalista y opresora”.
Como se recuerda, en 1989, al caer el Muro de Berlín y la Unión Soviética, tuvo lugar el ‘Foro de Sao Paulo’ con la venia de la «Internacional Comunista», en el que participaron muchos partidos comunistas y grupos guerrilleros y terroristas convocados por Fidel Castro. Por Perú participaron Elena Iparraguirre, Genaro Ledesma y Nestor Cerpa Cartollini, entre otros.
Su aspiración a largo plazo es conformar una especie de ‘Unión Soviética Hispana’, para lo cual se pretende tomar el poder, ya no teniendo como prioridad el uso de las armas, sino a través de elecciones que favorezcan a opciones de corte populista, con capacidad de desencadenar crisis económicas y descontento, para abrir paso a la solución soviética. Es dentro del caos que se puede lograr desacreditar las instituciones democráticas y que se puede copar las instituciones.
No olvidar que el Movadev es hoy por hoy el organismo político más organizado del Perú, dado que el Apra y los demás partidos tradicionales están en vías de extinción. Tampoco olvidar que Cuba es un aliado del Movadev y opera escuelas de la antigua KGV, con más de 25 mil ex agentes rusos y cubanos entrenados, con capacidad de formar gran cantidad de agentes, como los que operan en el entorno de Nicolás Maduro, con capacidad de neutralizar a los altos mandos de las FFAA y a cualquier opositor.
Ante el peligro de que el nuevo Congreso sea copado por los lobbys y traficantes de influencias de grandes grupos económicos, miembros camuflados del Movadev y otros grupos populistas, es fundamental que la sociedad civil asuma un rol gravitante en el actual proceso de transición.
Por ello hay que saludar la emergencia de grupos cívicos como ‘Por un Congreso Decente’, compuesto por personalidades de gran trayectoria profesional y moral, dispuestos a poner el hombro para salvar al Perú de la actual crisis institucional, cuidar el sistema democrático y proyectarnos lo mejor posible en la celebración del Bicentenario de la independencia.
Las líneas matrices que plantea al país la agrupación ‘Por un Congreso Decente’, con el objeto de convertirlas en políticas de Estado son las siguientes:
- Cuidar y perfeccionar el sistema democrático.
- Desarrollo sostenible y defensa del ambiente.
- Economía anti monopolista y promotora de una libre e intensa competencia.
- Integración económica, social y política, con infraestructura y empleos de calidad y una gobernabilidad sustentada en macro regiones y mancomunidades distritales.
- Crecimiento económico inclusivo, sustentado en la capacidad creativa de los peruanos, su herencia cultural y la dinamización de la inversión pública y privada a través de un sistema de planificación del desarrollo de carácter multisectorial y geográfico.
- Reforma del Estado que ponga el aparato público al servicio del ciudadano, con austeridad en el gasto, desburocratización, verdadera descentralización, eficiencia y eficacia, respetando los niveles de gobierno.
- Desarrollo de ciudades inteligentes con servicios básicos de calidad, que impulsen el desarrollo rural.
- Lucha frontal contra el narcotráfico, la minería y la tala ilegal y contra todo tipo de mafias y grupos de poder con afán de capturar los organismos del Estado.
- Inclusión social sustentada en la promoción del desarrollo de las capacidades productivas de la población pobre y emergente, así como en la pertinencia y el más amplio acceso a servicios de educación, salud, seguridad social y seguridad ciudadana de calidad.
- Defensa de valores cívicos de integridad, respeto a las minorías y defensa de los grupos más vulnerables de la sociedad.
Esperemos que estos planteamientos hagan eco en los partidos políticos y así podamos abrigar la esperanza de que el nuevo Congreso puede ser no sólo mejor, sino mucho mejor que el anterior.