Si su empresa ha cesado el pago de sus obligaciones de corto plazo lo más recomendable que debe hacer de manera inmediata es cambiar la estructura de su deuda, que implica realizar una reestructuración financiera fuera del sistema concursal o dentro de éste para evitar que las acciones de cobro destruyan el valor que todavía podría tener su empresa.
La reestructuración financiera implica la reorganización de los términos de las obligaciones de deuda con los acreedores, la reestructuración del patrimonio y la obtención de préstamos para impedir la paralización de las operaciones económicas de la empresa. También es posible considerar la opción de una reorganización societaria.
La estrategia mas común e inmediata suele ser la conversión de deuda en capital o la venta de esa deuda a nuevos acreedores que estén dispuestos a aceptar condiciones de financiamiento más flexibles. También se puede vender una parte del negocio con o sin la marca de los productos comprendidos en esa parte saliente del negocio.
Si la crisis financiera por la que atraviesa la empresa se hubiese originado, entre otras causas, por la falta de pago de sus mismos clientes, será fundamental evaluar la calidad crediticia y garantías de dichos deudores e inmediatamente iniciar un agresivo proceso de cobranza que evite un mayor deterioro y genere la liquidez que necesita la empresa para afrontar sus obligaciones.
Si las operaciones antes referidas no fueran suficientes para detener la crisis, para garantizar la sobrevivencia de la empresa sus acreedores deben estar de acuerdo en sacarla de esta situación aprobando formalmente un plan de restructuración bajo el mecanismo concursal al que se pueda acceder para este propósito.
Para que los acreedores aprueben dicho Plan se debe realizar un proceso de negociaciones con cada uno, a fin de sustentar que la empresa aún tiene viabilidad económico-financiera, sin embargo, necesitará que estén de acuerdo que sus acreencias tendrán condiciones de pago más flexibles y acordes a la capacidad de pago que tendrá la empresa en el futuro.
Recuerde que los nuevos acuerdos con los acreedores en términos de capital, plazos, intereses y garantías no solo reducirán la presión de caja en el corto plazo sino también deben incluir nuevos acuerdos para la provisión de insumos o servicios que requerirá la empresa para reactivar o reimpulsar sus operaciones.
En la práctica existen múltiples técnicas de reestructuración financiera que pueden desarrollarse para terminar con la crisis dependiendo de la situación particular de cada empresa y la crisis. A los esfuerzos de ingeniería financiera que se puede introducir en las finanzas de la empresa se deben sumar un conjunto de opciones para el incremento del capital social para el saneamiento por pérdidas acontecidas.
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