En breve el Perú se propone desarrollar con la participación del sector privado el importante proyecto de abastecimiento de gas natural licuado (LNG) que contará con una capacidad de 130, 000 m3 (aproximadamente 7 días de consumo) y que permitirá disponer de una reserva de gas natural en estado líquido en la planta de licuefacción de gas de la Compañía Operadora de LNG del Perú ubicada en Melchorita (a 170 Km al sur de Lima y del Terminal Portuario del Callao), a fin de asegurar el suministro de gas natural en casos de emergencia. Las instalaciones del sistema de abastecimiento de gas natural licuado (LNG) se ubicaran junto o dentro de la referida planta de licuefacción de gas. Dicha reserva, previa regasificación, se utilizará principalmente para el abastecimiento de las plantas térmicas ubicadas en Chilca (a 64 Km al sur de Lima) y el consumo de la industria, parque vehicular y hogares de Lima Metropolitana.
La inversión del proyecto bordea los US$ 250 millones y el sector privado deberá diseñar, financiar, construir, operar y mantener dicho sistema por un período de 20 años. Para recuperar dicha inversión y además de obtener una rentabilidad acorde con el riesgo de negocio del proyecto, el inversionista tomará el flujo de beneficios económicos que genere el proyecto en dicho período. Las razones que explican la creciente utilización del gas natural en el mundo y en particular en el Perú, cuya economía por años estuvo expuesta a los vaivenes del precio del petroleo, son diversas, entre ellas: (1) el alto poder calorífico (2) la mayor limpieza ambienSetal frente al resto de combustibles fósiles al generar menores cantidades de CO2 del efecto invernadero y por ello menos penalizada por el protocolo de Kioto y la asignación de emisiones, (3) la comodidad de utilización para la generación de calor en consumos domésticos e industriales, (4) la importancia de su utilización en procesos industriales, como, por ejemplo, en los tratamientos de endurecimiento y como elemento de síntesis, y (5) la versatilidad, pues el gas natural puede competir con las restantes energías primarias en un 70% de sus empleos, básicamente en los procesos de generación de calor.