Para valorizar una empresa se requiere tener una comprensión sólida de cómo se ha creado el valor antes de la fecha de valoración y cómo se seguirá creando en el futuro. Para ello, se requiere realizar un análisis comprehensivo de la manera cómo la empresa aplica su fondeo (deuda + capital) para desarrollar su modelo de negocio, que le permita generar rendimientos superiores al costo de oportunidad de su inversión.
Los métodos de valoración más utilizados incluyen los enfoques de costo, mercado e ingresos. Si bien el enfoque de costos (valor de liquidación y costo de reposición o de reemplazo de los activos ajustados) puede aplicarse en ocasiones, los enfoques de ingresos y mercado son los más utilizados en la valoración de empresas. El enfoque de ingresos mide el valor con base en la proyección de excedentes de flujos de efectivo futuros de la empresa y la estimación de la tasa de descuento en función al riesgo del negocio; mientras que, el enfoque de mercado se sustenta en la aplicación de múltiplos de empresas comparables que cotizan en bolsa (previamente se establecen los criterios de selección de las empresas a utilizarse en la comparación), o en transacciones comparables (preferentemente de los dos últimos años) a la empresa objeto de valorización.
El valor de la empresa no se puede estimar aisladamente de la dimensión del riesgo dada la incertidumbre que puede presentarse sobre el comportamiento de la economía y su impacto en la empresa. Mediante el análisis de escenarios se podrá conocer el comportamiento que se espera podrá adoptar el riesgo del negocio de la empresa, a fin de determinar cómo podrá incidir en el valor de la misma.
Hoy en día, valorizar una empresa en tiempos de pandemia COVID-19, es un reto que ha llevado a las firmas expertas en valorización, como MAXIMIXE, a considerar catorce factores principales al momento de aplicar las metodologías de valorización de empresas. Dichos factores son los siguientes:
- Impacto de medidas de corto plazo dadas por el gobierno para la reapertura de negocios y el riesgo de una segunda ola y/o nueva sepa de COVID-19.
- Restricciones en la liquidez de corto plazo.
- No cumplimiento del presupuesto anual.
- Cierre parcial o total de las operaciones.
- Volatilidad de los precios de las materias primas o insumos del proceso productivo.
- Restricciones a la importación, dado el contexto actual.
- Retraso en el pago de clientes, por efectos del COVID-19.
- Aplazamiento de las inversiones.
- Impacto en el beta de la empresa. Las industrias han visto su beta aumentado significativamente y por tanto las inversiones exigen un mayor retorno ante el mayor riesgo.
- Tasa de descuento. Las tasas tienden a incrementarse por la volatilidad experimentada en los mercados globales ante el aumento de los tipos de interés y el nivel de riesgo de las industrias (medido a través del coeficiente beta), lo que podría reflejarse adicionando primas de riesgo que deriven de factores que no estén comprendidos en los flujos de efectivo o en los pronósticos de ventas ya considerados.
- Reducción de la confiabilidad de los pronósticos de ventas, que se reflejaran en cambio en la probabilidad de ocurrencia de los flujos de caja de la empresa.
- Reducción de la bancabilidad de la empresa, por perdida de su calidad crediticia derivada de flujos de caja de corto plazo altamente expuestos a caídas en la liquidez y en la solvencia de la empresa.
- Tratamiento de las provisiones por ajuste contables, préstamos gubernamentales, reprogramación de financiamiento, depreciación, valuación de mermas, entre otros.
- Probabilidad de ocurrencias de contingencias por efectos de cambio en la regulación, suspensión y/o despido de trabajadores, fiscales, judiciales, ambientales, entre otros.
Ante esta situación, lo que queda claro es que, en tiempos de pandemia COVID-19, los supuestos empleados en las valorizaciones serán los que se conozcan al momento de realizar la estimación del valor. Sin embargo, dichos supuestos podrán dejar de ser aplicables el día de mañana.
Asimismo, para evitar sobrevaloraciones o subvaloraciones, la práctica de MAXIMIXE, y de otras firmas de valorización en el mercado, es realizar consistentes análisis de sensibilidad y de escenarios, que le permitan construir y presentar rangos del valor económico buscado, el cual siempre estará sustentado en lo que se conoce y se puede conocer en la fecha de la estimación.
De otro lado, cuando se trate de encontrar el valor de la empresa bajo el enfoque de mercado en tiempos de COVID-19, como una estimación de valor complementario, que permita validar la consistencia del rango de valor encontrado a través de la valorización bajo enfoque de ingresos, deberá buscar los indicadores de transacciones comparables (EV/Revenues, EV/EBITDA, EV/EBIT y P/BV), que reflejen en mayor medida un tiempo reciente que incorpore los efectos de la pandemia COVID-19.
La ventaja de que sea MAXIMIXE quien realice la valorización de empresas en tiempos de pandemia COVID-19, es que MAXIMIXE tiene un profundo conocimiento de los sectores y sus mercados, así como una amplia y extensa experiencia en evaluación económico financiera de empresas de diversas industrias y formulación de planes de negocio, así como el dominio de un amplio instrumental de herramientas de ingeniería financiera, que le permiten abordar con mayor solvencia técnica la valorización de empresas con modelos de negocios complejos o negocios altamente expuestos a variables con alta volatilidad del mercado o mercados regulados o globalizados. Además, MAXIMIXE es una firma experta en valorización de marcas, activos inmobiliarios, industriales y otros activos complejos en intangibles.
Contar con un informe de valorización de empresas de MAXIMIXE tiene un alto valor estratégico para los accionistas y directores de empresas. Los usos más comunes de este tipo de informes pueden ser de tres tipos:
- Valorización para fines estratégicos: fusiones, adquisiciones, escisiones, capital de riesgo, private equity, separación o disputa entre socios, sinergias, emisión de instrumentos de capital (acciones comunes y/o acciones preferentes) o deuda, lucro cesante, combinación de negocios, contratos de colaboración empresarial, royalty y otros derechos económicos.
- Valorización de empresas para fines tributarios (operaciones entre empresas vinculadas: fusiones, formación de holding, términos de intercambio de acciones, escisión de líneas de negocio, formación de nuevas compañías).
- Valorización para fines contables (pruebas de deterioro de activos fijos e intangibles: goodwill, marcas, cartera de clientes, know how, propiedad intelectual, entre otros)
Si tienes interés en conocer de qué manera MAXIMIXE puede ayudar a tu empresa a estimar su valor económico, o el de su marca o activo fijo o intangible, comunícate con nosotros a jsanchez@maximixe.com o al WhatsApp.