Todo indica que se está generando un exceso de chips de memoria que se utilizan en gran medida en computadoras personales y teléfonos inteligentes. Estos chips representan aproximadamente la mitad del mercado de semiconductores. Además, el costo de envío se ha reducido drásticamente y la presión se ha aliviado.
El exceso se deriva de un aumento en la capacidad que fue impulsado por una fuerte demanda durante los primeros días de la pandemia, combinado con una disminución de la demanda mundial a medida que la economía global se desacelera y los consumidores vuelven a gastar en servicios en lugar de bienes para el hogar.