La economía de la Zona Euro no logró crecer en el último trimestre de 2022, en comparación con las estimaciones preliminares de un crecimiento del 0,1% y una expansión revisada al alza del 0,4% en el período de tres meses anterior. El consumo de los hogares se desplomó un 0,9% y la formación bruta de capital fijo se desplomó un 3,6%, ya que la inflación obstinadamente alta, el aumento de los costos de endeudamiento y los cuellos de botella en la cadena de suministro afectaron la actividad y la demanda.
Mientras tanto, el gasto público aumentó 0,7% y la demanda externa neta contribuyó positivamente al PBI, ya que las exportaciones aumentaron un 0,1% y las importaciones un 1,9%. Los cambios de inventario también han agregado 0,1 puntos porcentuales al PBI. Entre las economías más grandes del bloque, el PBI creció en los Países Bajos, España y Francia, pero se contrajo en Alemania e Italia.