En noviembre de 2023, el PMI compuesto de la Zona Euro, según la estimación preliminar del HCOB, mostró una leve recuperación, alcanzando 47,1 desde un mínimo de casi tres años de 46,5 registrado en el mes anterior. Esta cifra, aunque ligeramente por encima de las expectativas del mercado de 46,9, continúa indicando una contracción en la actividad empresarial. Este incremento sugiere una desaceleración en la tendencia negativa que ha caracterizado a la región durante los últimos meses, marcando un sexto mes consecutivo de actividad empresarial reducida.
El análisis detallado del PMI compuesto revela que tanto el sector de servicios como el de manufactura experimentaron tasas de contracción más lentas durante este período. Aunque la actividad empresarial sigue disminuyendo, la menor caída en las entradas totales de nuevos pedidos, la más baja en cuatro meses, sugiere una mejora en la demanda. Sin embargo, los pedidos pendientes continuaron su tendencia descendente por octavo mes consecutivo. Por otro lado, los niveles de empleo experimentaron su primera caída en casi tres años, lo que refleja las dificultades continuas en el mercado laboral.
En términos de precios, noviembre de 2023 marcó un aumento significativo en los costos de los insumos, el más alto desde mayo, lo que sugiere presiones inflacionarias continuas en la Zona Euro. Además, la inflación de los precios de producción también aumentó en comparación con octubre. A pesar de estos desafíos, la confianza empresarial se mantuvo estable, con las empresas mostrando un moderado nivel de optimismo respecto a las perspectivas de actividad para el próximo año. Este optimismo, aunque cauteloso, es un indicador positivo en medio de un panorama económico generalmente desafiante.
La ligera mejora en el PMI compuesto de la Zona Euro en noviembre de 2023 es un signo alentador, aunque la región sigue enfrentando desafíos económicos significativos. La desaceleración en la contracción de la actividad empresarial, junto con el optimismo moderado de las empresas, podría indicar el comienzo de una recuperación económica, aunque lenta. Sin embargo, el aumento en los costos de los insumos y la inflación de los precios de producción son preocupaciones que podrían limitar esta recuperación. La caída en los niveles de empleo también plantea preocupaciones sobre la salud del mercado laboral y el poder adquisitivo de los consumidores. En este contexto, las políticas económicas y monetarias en la Zona Euro deberán equilibrar cuidadosamente el fomento del crecimiento y el control de la inflación para asegurar una recuperación sostenible.