La crisis de hidrocarburos, alimentos y deuda podría generar una situación de caos en buena parte de las economías emergentes. La insurrección política en Sri Lanka (sábado pasado) sólo es una muestra de lo que está próximo a suceder en Senegal, Ruanda, Maldivas, Bahamas, Belice, Etiopía, Líbano, Egipto y Pakistán (en orden de urgencia), países que están cerca de quedarse sin divisas para la compra de importaciones y pago del servicio de deuda.
Desde que la Reserva Federal de EEUU dio inició al ciclo de alzas de sus tasas de interés, los flujos de divisas han salido de forma apresurada y cuantiosa de los mercados emergentes más riesgosos. El impacto es mucho más grande que el sólo desfinanciamiento de economías pequeñas, puesto que quien está detrás de las deudas de estos emergentes como mayor acreedor es nada menos que China, así que esperamos una respuesta contundente del gobierno chino ante el colapso de sus clientes.