Hay dos principios fundamentales de la comunicación humana totalmente aplicables a la comunicación de la empresa: todo acto de conducta es comunicación y en una situación interaccional es imposible no comunicar. Según G.M. Goldhaber (1979) no existen dos personas que tengan una mentalidad igual y, por lo tanto, la comunicación organizacional se desarrolla por medio de conexiones personales, caracterizadas por una interpretación individual de los mensajes que se intercambian.
Cuando nos referimos a la comunicación organizacional ésta plantea el desafío de definir el concepto, ya que se pueden encontrar enfoques y aproximaciones diferentes. Algunos autores definen la comunicación organizacional como el grado en el que la información acerca del trabajo es transmitida por una organización a sus miembros y entre los miembros de una organización (Chen, Silverthorne & Hung, 2006). Hargie, Dickson y Nelson (2003) establecen que la comunicación ha demostrado ser un factor significativo para que las organizaciones alcancen sus objetivos. Por ejemplo los sistemas de comunicación efectivos en una organización arrojan resultados positivos: incrementan la productividad, aumentan la calidad del servicio y de los productos, reducen costos, elevan los niveles de creatividad y la satisfacción laboral, disminuyen el ausentismo y la rotación (Greenbaum, Clampitt & Willihnganz, 1988; Hargie, Dickson & Nelson, 2003).
Por otro lado Muchinsky (1990) comenta que la comunicación organizacional es el intercambio de información que facilita que las empresas puedan funcionar y lograr sus metas y el medio para obtener retroalimentación y tomar decisiones. Incluye comunicaciones internas, relaciones humanas, relaciones entre gerencia y uniones, comunicación descendente, ascendente y horizontal, destrezas de comunicación (hablar, escuchar y escribir) y evaluación del programa de comunicación. Si se aprende la comunicación de una organización, se aprende mucho sobre la entidad empresarial.
Al abordar la cuestión de los principios de la comunicación humana, es obligado mencionar un estudio ya clásico: Pragmatics of human communication de P. Watzlawick, J.H.Beavin, y D.D. Jackson (1967). En esta obra se expone de forma sistemática el complejo proceso de la comunicación humana y trata de ofrecer una formalización rigurosa de sus principios rectores. Las formulaciones de sus autores permiten afirmar que existen unas leyes, en parte desconocidas todavía, reguladoras del funcionamiento de la comunicación. Tales reglas posibilitan una dinámica comunicativa propia, en parte independiente de la voluntad de los comunicantes. Esta aportación implica dar un giro de ciento ochenta grados a la explicación de la naturaleza de los actos comunicativos, pues si las concepciones tradicionales han difundido la idea de que la comunicación era consecuencia de las características personales de los interactuarte, la nueva perspectiva permite insinuar que el modo de pensar y actuar de los individuos tiene su origen en tipo de comunicaciones que mantienen.