El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) tiene previsto realizar este año 5, 262 acciones de supervisión directa para detectar posibles pasivos ambientales, como parte de su Plan Anual de Supervisión Ambiental, se informó hoy.
Del total de estas intervenciones, 828 corresponden a la mediana y gran minería, mientras que 3, 360 a hidrocarburos, 400 al sector industrial, 372 al eléctrico y 302 al pesquero.
Las acciones de supervisión ambiental en minería se desarrollan en función a cuatro principales actividades (exploración, explotación, beneficio, y almacenamiento de concentrados, en sus diferentes etapas).
Dentro de la explotación, se incluyen las actividades de labor general, transporte minero y beneficio, con respecto al beneficio algunas no se encuentran dentro de las actividades de explotación, por ejemplo, las fundiciones.Asimismo, se consideran las acciones de seguimiento y verificación de la remediación de los pasivos ambientales mineros.
Constituye un aspecto crítico del proceso productivo el manejo de los depósitos de desmonte y relave, por ser potenciales generadores de aguas ácidas que podrían impactar en cuerpos hídricos.
De igual forma, la etapa de beneficio de minerales también resulta ambientalmente importante, pues el agua utilizada en dicha etapa se mezcla con minerales y sustancias químicas que alteran su composición. Por lo tanto, el enfoque adoptado busca anticiparse al peligro potencial causado por componentes críticos del proceso productivo minero que podrían generar un impacto negativo al medio ambiente.
En el caso de hidrocarburos, la etapa más crítica es el transporte de hidrocarburos, desde los pozos hasta la estación de embarque para su disposición final. Dicho transporte se realiza a través de ductos de gran longitud que, de sufrir fracturas, podrían producir derrames, con consecuencias negativas para el agua y el suelo.
También se supervisará 23 lotes de explotación, así como 12 lotes de exploración que están operando, 11 plantas de refinación y procesamiento, 41 plantas de almacenamiento (plantas de ventas, terminales, plantas aeropuerto), 113 plantas envasadoras de GLP, 3 sistemas de distribución de gas natural por red de ductos y 4 sistemas de transporte de hidrocarburos por ductos.
En el ámbito eléctrico se supervisarán los 4 polos energéticos priorizados, que involucran 150 unidades de generación, 10 unidades de transmisión y 5 unidades de distribución.
La supervisión a unidades autogeneradoras (termoeléctricas e hidroeléctricas) se realizará como parte de la supervisión a las actividades de mediana y gran minería, de hidrocarburos, industria y pesca a cargo del OEFA.
Se tiene previsto supervisar sistemas de distribución (que incluyen a pequeñas centrales de generación eléctrica y subestaciones), líneas de transmisión, centrales de generación menores a 20 MW, planes de abandono y denuncias ambientales, de manera desconcentrada.
En el ámbito pesquero se supervisarán las actividades del transporte y procesamiento de la materia prima son etapas a las que se debe prestar especial atención, pues generan efluentes que contienen elementos contaminantes -como aceites y grasas, sólidos suspendidos y sustancias químicas- los cuales son vertidos sobre el componente agua.
En el sector Industria, las supervisiones se realizan a unidades económicas. En particular, se consideran aquellas unidades que se encuentran en centros de desarrollo industrial en el ámbito nacional (norte, centro y sur).
El OEFA también ha programado realizar 15 evaluaciones ambientales integrales, 130 monitoreos ambientales y 1, 004 informes técnicos en las zonas donde podría reportarse problemas, sobre todo en el subsector hidrocarburos.
El Plan Anual de Supervisión Ambiental se desarrollará en base a criterios de priorización de los componentes críticos del proceso productivo y componentes ambientales con mayor vulnerabilidad en los sectores supervisados por el OEFA.