El sector manufacturero en el Perú es el de mayor peso dentro de toda la producción nacional. Explica un poco más del 16% de todo el PBI y, además, es uno de los rubros más golpeados en el contexto de enfriamiento que ha sufrido el país en los últimos años. La caída de la producción industrial, sumada al deteriorado ánimo del sector empresarial, ha llevado a que mucho capital físico en la industria no esté siendo utilizado.
Según cifras del Ministerio de la Producción, en enero de este año la industria utilizó solamente el 32% de su capacidad instalada; es decir, tiene casi 70% de capacidad ociosa. Este dato es el más bajo desde el 32, 2%, registrado en febrero del 2015, y es clara evidencia de lo deteriorada que está la actividad manufacturera, la cual no da visos de retomar una senda positiva en el corto plazo.
Es importante recordar que tener capacidad instalada ociosa es una carga para las empresas, pues genera costos fijos que no son cubiertos y perjudica sus resultados financieros. Dentro de las diferentes ramas industriales tener capacidad no utilizada significa, en algunos casos, poseer tecnología de punta sin utilizarse. Tal es el caso del sector textil, por ejemplo, que además de sufrir cuantiosas pérdidas de puestos de trabajo también tiene empresas con maquinaria de vanguardia.