El Niño Costero que viene azotando al Perú, nos ha demostrado que no estábamos preparados para una catástrofe de esa dimensión. A pesar de que ha quedado en evidencia la pésima calidad y configuración de nuestra infraestructura hidrológica y de transporte, nuestra mayor vulnerabilidad radica en la ausencia de procesos eficientes para asegurar que la ayuda llegue adecuadamente a quien la necesita, mecanismos de coordinación inter-institucional para ejecutar y fiscalizar labores de prevención y socorro, y mecanismos de vigilancia ciudadana y de rendimiento de cuentas por parte de las autoridades y organismos involucrados.
Ciertamente, el actual gobierno ha heredado un aparato estatal inoperante, desarticulado, generador de un estado de anomia social caracterizado por la degradación de las reglas, el respeto hacia ellas y el respeto de los derechos de los demás. En este contexto, el presidente Kuczynski tuvo el acierto de convertir a cada ministro en una especie de zar de la emergencia en cada región afectada. Sin embargo, si bien esta solución parche ha servido para generar un cierto orden en medio de la desarticulación reinante, no puede continuar siendo el modelo de gestión ante futuros desastres naturales y emergencias.
Dado que las falencias del Estado y de la sociedad en su conjunto para actuar ante estas situaciones son como dos caras de una misma moneda, la única forma de construir soluciones eficientes ante ellas, es realizando una profunda reforma del Estado. Sin embargo, este gobierno al igual que anteriores gobiernos difícilmente se han atrevido a emprender dicha reforma, debido a que sus frutos no se ven a corto plazo, sino que los verían los futuros gobiernos.
Ante esta trampa de voluntad transformativa, propongo impulsar un proyecto disruptivo, a través del cual se pueda ir construyendo una ventana para la endogamia; es decir, una ventana que sirva para unir a todos los actores del estado y la sociedad, en torno a la información, las reglas y conductas que envuelven el accionar preventivo, de emergencia y de reconstrucción. De manera que todos juntos, interactuando puedan desarrollar un aprendizaje y una mejora continua de su rol ante los desastres naturales.
Concretamente, de lo que se trata es de crear una Ventanilla Única de Prevención y Gestión de Desastres Naturales, que funcione como canal online para coordinar en tiempo real la ejecución de proyectos de prevención, la logística de entrada y entrega final de la ayuda, la gestión de la emergencia y la reconstrucción. Esta solución se hace factible utilizando las tecnologías de BigData, machine learning, redes neuronales y robótica aplicadas a la automatización de procesos y trámites.
En el camino se podrá ir delineando progresivamente las reformas organizacionales y de procesos que la propia práctica de actuación en equipo y de prueba y error generaría en términos de lecciones aprendidas. Ojalá el gobierno tome el guante y, desde ya, me ofrezco a colaborar en la construcción de esta solución innovadora, contando con el respaldo y experiencia del grupo MAXIMIXE y sus socios estratégicos, sin ningún ánimo de lucro en esta labor, con un sentido de profunda responsabilidad social con el Perú.