Criptomonedas que innovan el sistema de pagos

El dinero y la forma de hacer pagos a través de criptomonedas son el mayor desafío para las autoridades de bancos centrales y supervisores de los sistemas financieros de todos los países. Pero, el desafío mayor lo tienen los emisores de criptomonedas, porque desde que, hace 10 años se estableció el Bitcoin como un medio de pago y una unidad de cuenta digital, los mismos han tenido que innovar año tras año para superar debilidades y reducir desventajas.

La utilidad de la primera generación de criptomonedas se vio fuertemente reducida por su extrema volatilidad, limitada capacidad de rendimiento, impredecibles costos de transacción, limitada o nula gobernanza y limitada transparencia. En respuesta a dichas debilidades y desventajas, surgieron las denominadas monedas estables o stablecoins, dentro de las cuales se ubicaría la Libra vinculada a Facebook.

Los stablecoins buscan principalmente alcanzar estabilidad frente a la externa volatilidad, al vincular a la moneda digital a un activo o canasta de activos, como depósitos bancarios comerciales o bonos emitidos por el gobierno. Sin embargo, su alcance en los pagos y su utilidad como unidad de cuenta todavía presenta limitantes. La mayor ventaja que tienen es que podrían ser emitidas por una entidad central y confiar en instituciones de terceros para algunos aspectos.

Los emisores de stablecoins se inspiraron en el instrumento dinero o activos privados no bancarios, los mismos que cumplen el rol de facilitar las transacciones al interior de una red de usuarios (millas aéreas, por ejemplo), teniendo valor dicho dinero o activo privado sólo dentro de la red, donde también se puede garantizar la convertibilidad a una moneda de curso legal emitida por un Banco Central. Bajo dicho instrumento, se considera que los consumidores confían en que el emisor cumplirá con los pasivos derivados.

En el mundo, varios cientos de millones de consumidores ya tienen experiencia con dinero privado no bancario en forma de tarjetas de regalo, puntos de fidelidad y monedas de juego virtuales. Aunque muchos de estos son relativamente limitados en escala y propósito; sin embargo, algunas redes de dinero no bancario son considerables. Sin embargo, si la escala y alcance de la red privada crece, también lo hace la conveniencia y el beneficio de realizar transacciones dentro de la red en una dinámica que se denomina “externalidades de red”.

Los beneficios de la red donde se utiliza dicho dinero privado no bancario pueden verse aumentados por el uso activo de los datos de la red para una gran cantidad de propósitos, desde la asignación y fijación de tasas de interés para créditos hasta el intercambio con bienes, a fin de hacer más eficientes el envío de información comercial para los usuarios. En China, los consumidores y las empresas participan en dos redes móviles, Alipay y WeChatPay, que operan dentro de China basadas en el renminbi como unidad de cuenta, y los saldos son transferibles dentro y fuera de cuentas bancarias o de tarjetas de crédito.

Los stablecoins, dependiendo de su diseño y estructura de respaldo, se asemejan al dinero privado no bancario, pero aspiran a lograr las funciones del dinero tradicional sin depender de la confianza en un emisor. De hecho, los emisores prevén que en algunos diseños futuros de stablecoins, los usuarios podrían no llegar a tener derechos con respecto a los activos subyacentes o al sistema en general.

El reto para los emisores de los stablecoins será diseñar monedas que cuenten sistemas que garanticen la protección de los derechos de los consumidores y proporcionen información sobre cómo difieren sus derechos con respecto a las billeteras digitales en comparación con las cuentas bancarias. Además, deberán advertir a los consumidores que dichas monedas serán muy diferentes de la moneda de curso legal emitidas por un Banco Central, así como tendrán que definir qué entidad jurídica será considerada responsable de la seguridad de información de identificación personal y datos de transacciones, y cómo se almacenarán, accederán y utilizarán los datos personales. La gran cantidad de infracciones cibernéticas en los últimos años resaltan la importancia de estos temas.

A raíz de que la Libra vinculada a Facebook ha establecido su domicilio legal en Suiza, las autoridades de ese país, inspiradas en la innovación impulsada por los emisores de stablecoins, para facilitar la regulación han reconocido tres nuevas categorías : (i) Los tokens de pago o payment tokens, que comprende a las criptomonedas destinadas a ser utilizadas en pagos o transferencias de valor; (ii) los tokens de utilidad o utility tokens, que comprende a las aplicaciones basadas en blockchain; y (iii) los tokens de activos o asset tokens, que comprende a los criptoactivos que son análogos a las acciones, bonos y derivados. En la medida en que algunas innovaciones no encajen perfectamente en una sola categoría, sichas clasificaciones podrían no ser mutuamente excluyentes.

Desde una perspectiva macroeconómica, se prevé que la adopción generalizada de stablecoins podría tener implicancias en el papel de los bancos centrales y en sus políticas monetarias, pudiendo ser más significativas las implicancias en ésta última en economías pequeñas y abiertas o aquellas con instituciones monetarias débiles, donde la migración desde la moneda de curso legal emitida por Bancos Centrales a una stablecoins global si podría debilitar el efectividad de dicha política.

En cualquier caso, los bancos centrales y supervisores bancarios ya habrían empezaron también a hacer innovación. De hecho, la Reserva Federal Americana estaría en proceso de implementar FedNowSM, una plataforma que permitirá que consumidores y empresas envíen y reciban pagos de forma inmediata y segura las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año. También es tiempo que, las cámaras de compensación y liquidación electrónica de los sistemas de pago de todos los países también empiecen a innovar, como sucede hoy en día en todas las industrias!