Relanzar el desarrollo productivo de Piura

Más allá de la importancia de la agricultura y su agroindustria para el empleo y dinamismo de los territorios al interior del departamento, existen otros sectores que también han aumentado su aporte a la economía de Piura. Además de petróleo y gas, los fosfatos, la maricultura y pesca, el cemento y la construcción, los servicios como comercio, turismo y educación, han venido ganando peso específico en el avance regional.

Piura, en la década más reciente, sumó nuevos roles productivos mientras que otros han decaído, como el algodonero y cuyo ícono fabril cerró luego de más de cuatro décadas y varios miles de millones de dólares de exportaciones logradas. Cuesta entender que produciendo hilados tan cotizados con base al Gossypium barbadense, cultivo de la diversidad biológica nativa, una deslumbrante fábrica textil haya tenido que cerrar y el Pima esté al borde del ocaso.

Este sería un punto de la agenda de Piura, relanzar los roles productivos que fueron importantes pero que se eclipsaron. En seguida, vendrían los productos que tienen demanda pero que podrían ser proyectados a otros segmentos del mercado, adicionando innovación tecnológica. Hay muchos de este tipo, los dulces regionales, alimentos típicos, panes y sus variantes que son preparados por talleres artesanales o pequeñas industrias urbanas. Es decir, tanto en lo rural como en las ciudades.

Luego viene un tercer grupo de roles productivos a promover. Corresponde a actividades productivas nuevas pero próximas técnicamente a las que se vienen realizando. Aquí se requiere un mayor esfuerzo de detección de mercados asi como la definición de las nuevas tecnologías de procesamiento a incorporar, digamos, a las frutas y sus derivados. Por ejemplo, en deshidratación se está innovando mucho en el mundo para proteger el poder nutricional de los alimentos.

En este caso, la diversificación productiva es la más intensa y exigirá más inversiones en prospectar la demanda en el país y en el exterior. En este grupo se hallan los productos a diversificar en las mayores industrias piuranas, petróleo y gas, pesca y maricultura, agricultura y agroalimentaria, química y fertilizantes, entre otras.

La diversificación productiva de Piura es perentoria. Y enfatizar que es un proceso que hay que estimular contando con un ‘ecosistema de innovación’ que oriente a los emprendedores y empresarios a encontrar el conocimiento y las destrezas necesarias para materializar las visiones y proyectos. Es lo que otros llaman la existencia de un ‘mercado local o regional de servicios de apoyo a la innovación’. Esto es, que existan los profesionales y técnicos especialistas; pero también que haya demanda, voluntad y capacidad de pago por esos servicios.

En este proceso tiene que existir un claro liderazgo de las universidades –como espacios de conocimiento, ya sea para adaptar el que se encuentre disponible como también crear el conocimiento que aún no existe-, las entidades y gremios de las empresas, los tres niveles de gobierno y las organizaciones no lucrativas dedicadas al desarrollo. No obstante, una sólida oferta de servicios de apoyo a la innovación es fundamental para que el ecosistema funcione, así como los recursos para co-financiar la innovación (una parte aporta el Estado, otra los emprendedores, otra podría ser un gremio o universidad).

Seremos dos millones de piuranos muy pronto y hay que pisar el acelerador de los cambios para que se creen nuevas oportunidades de trabajo productivo a partir del talento y creatividad innata de piuranos y piuranas. Por eso, un cuarto grupo de roles productivos se relaciona con las industrias culturales, también llamadas creativas, que en Piura tiene manifestaciones destacadas en la música, pintura, orfebrería y cerámica, gastronomía y diseño gráfico, entre muchas otras.

Si queremos que Piura deje de depender del subempleo o de actividades productivas informales, hay que fortalecer las actividades que fomenten empleo productivo y decente. Para ello es imperativo para los dirigentes y líderes tomar conciencia de la responsabilidad de su trabajo para el desarrollo, que es el proceso de expansión de las capacidades de las personas que de ese modo, amplían sus opciones y oportunidades.