Durante el CNP, el premier Li Keqiang expuso el Informe de Trabajo del gobierno, donde en el plano económico menciono que este año 2021 se establece una meta de crecimiento económico por encima del 6% esto es bueno porque la economía mundial aún no se recupera y China seguirá cumpliendo su función de motor de la economía mundial.
Esta meta de crecimiento se dice es conservadora a comparación de la cifra de crecimiento que organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional ha proyectado el cual sería de 8%. Asimismo, el plan de crecimiento que tiene China supondría que para el 2025 su PBI sería el 75% del PBI de EE. UU. y el PBI cápita estaría entre los 20 mil o 30 mil dólares convirtiéndose en una economía moderadamente desarrollada para el 2035.
Por otro lado, el premier enfatizo la implementación del modelo de la doble circulación de la economía china para alcanzar la meta de crecimiento económico. Se buscará usar de forma eficiente la inversión extranjera y en lo domestico se buscará aumentar la demanda interna y así aumentar el gasto en consumo, así como fortalecer la oferta nacional. Esto garantizara un crecimiento de China equilibrado, alejándose de la dependencia de mercados extranjeros en un escenario donde las tensiones con EE. UU continuarían. Al aumentar el consumo interno, esto significara que el país pueda comprar más bienes de consumo beneficiando el crecimiento de la economía mundial.
Asimismo, al fortalecer la oferta nacional, China buscaría ser menos dependiente de las industrias extranjeras para evitar ser víctima de sanciones económicas como las que le impuso EE. UU a empresas como Huawei. Esto también está de acuerdo con el programa Made in China 2025 que el gobierno chino impulsa desde el 2015 para alcanzar la independencia tecnológica y la autosuficiencia en industrias clave.
Además, se anunció que el déficit fiscal de este año será menor que el anterior y que la política monetaria será prudente, esto quiere decir que China está asegurando el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica y por ende favorecerá el crecimiento económico del resto del mundo.
¿Que implica esto para Latinoamérica?
China es para Latinoamérica ya el principal socio comercial si se excluyen las cifras de México que comercia mucho con EE. UU. China es un gran mercado para sus exportaciones especialmente de materias primas y un gran proveedor de diversos productos manufacturados ya que China es la fábrica del mundo.
China ha asegurado durante la Congreso Nacional del Pueblo un crecimiento mayor del 6% para este año y un crecimiento sostenible para los próximos años. Esta es una buena noticia para la región latinoamericana. De hecho, el precio del cobre ha subido en los últimos meses además según la estrategia de la doble circulación de la economía china donde se busca aumentar la demanda interna y el gasto en consumo favorecerá a las exportaciones latinoamericanas de productos diferentes a las tradicionales materias primas como los productos agroindustriales pues en China la clase media está creciendo y demanda este tipo de productos.
Por otro lado, China ha logrado controlar la pandemia del COVID 19 y en el Informe de Trabajo del Gobierno se ha dicho que se inmunizara a la población china de manera gratuita. Esto es posible porque China es de los pocos países que produce vacunas y ya tiene aprobadas cuatro de ellas. Por ello, es capaz de ayudar a otros países del mundo y en el caso de Latinoamérica vacunas de Sinopharm y Sinovac han llegado a países como Perú, Argentina y Brasil. En el caso de Perú ya han llegado un millón de los 38 millones de vacunas que se ha comprado a Sinopharm siendo el principal proveedor de vacunas a la fecha. La rápida provisión de vacunas chinas ayudara a Latinoamérica a recuperarse económicamente pues ha sido una de las regiones más golpeadas del mundo por la pandemia.
De igual modo, China es uno de los principales inversores en campos que van desde la extracción de recursos naturales hasta la construcción de infraestructura. Esta tendencia a invertir en el sector de infraestructura se incrementaría pues ya diecinueve países de la región son parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Asimismo, la inversión china en infraestructura ayudara a la recuperación de países latinoamericanos como el Perú que su PBI ha sido uno de los que más ha caído en el mundo el año pasado (-12%). Actualmente se tiene esperanza en la construcción del Megapuerto de Chancay al norte de la capital por parte de Cosco Shipping Ports en el cual se invertirán 3,000 millones de dólares. Además, ha habido grandes inversiones de compañías como Three Gorges and State Grid en centrales hidroeléctricas en Chile, Brasil y Perú.
Además, China ha dado importantes préstamos a países como Ecuador, Argentina y Venezuela.
Sin duda, los anuncios de políticas que China implementará este año y los siguientes fortalecerá su economía y de sus empresas lo que augura mayor inversión de estas en el exterior así como un incremento del consumo de productos que Latinoamérica es abundante, aparte de los recursos naturales.