La potencial escasez de alimentos propiciada a pulso por la elevación del costo de los fertilizantes podría golpear con especial intensidad a las economías de América Latina. La región se encuentra en estado crítico: 56 millones de personas padecen hambre (2021). Debido a la pandemia y la crisis de corrupción gubernamental se han perdido 20 años de avances en programas de lucha contra este flagelo.
El hambre debería ser la prioridad de la agenda política, son siete años consecutivos los que este padecimiento viene creciendo en América Latina. Según la FAO, los países latinos con mayor prevalencia de hambre son Haití (47,2%), Venezuela (22,9%), Nicaragua (18,6%), Guatemala (16,0%), Ecuador (15,4%) y Honduras (15,3%), mientras que los menos afectados son Uruguay y Cuba (2,5%) y Chile (2,6%). La prevalencia de subalimentación poblacional de Perú es de 8,3%.