El proyecto de ley aprobado por el Ejecutivo subió la valla para las compras sin concurso de 8 UIT a 9 UIT. Si se toma en cuenta los montos que gastó el gobierno en este tipo de acuerdos sin competencia durante 2019 (año previo a la pandemia), el presupuesto nacional anual de 2023 requerirá aumentar en S/ 1 mil millones para poder financiar la variación al alza de estas compras recurrentes. Este hecho genera una enorme preocupación pues no se trata de una modalidad que involucre gastos menores sino de un proceso que representa la tercera parte de la totalidad de las adquisiciones de bienes y servicios del Estado.
Según el sustento de OSCE, la decisión se adoptó en base al Decreto de Urgencia Nº 016-2022 del 27 de junio de 2022, en el que se aprueban medidas extraordinarias en materia económica y financiera que garanticen la continuidad y culminación de los procesos de adquisición de bienes realizados bajo la modalidad de Núcleo Ejecutor de Compras (NEC). Algo huele a podrido y no sólo en Dinamarca.